La ciudad de Albacete trata de recuperar la normalidad pero mantiene cuatro parques cerrados por los efectos de la fuerte tormenta de lluvia y granizo de la tarde de ayer, cuando cayeron 20 litros por metro cuadrado 20 minutos y se registraron vientos de hasta 120 kilómetros a la hora. Una tormenta que se saldó sin daños personales, según ha explicado la alcaldesa de la ciudad, Carmen Bayod, quien ha comparecido esta mañana en rueda de prensa para hacer balance de lo ocurrido a partir de las 17:30 horas de ayer.
La tormenta anegó muchas calles de la ciudad y destrozó el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, por lo que entre Policía Local y los bomberos tuvieron que atender 147 incidencias tras la tormenta y el 112 gestionó 69 incidentes.
El Gobierno de Castilla-La Mancha desactivó a primera hora de hoy el Plan Especial ante el Riesgo de Inundaciones en Castilla-La Mancha que se activó en la tarde de ayer.
La alcaldesa ha explicado que esta mañana la ciudad ha vuelto a la normalidad, aunque se están analizando los daños causados y los parques de la Fiesta del Árbol, Abelardo Sánchez, Jardinillos y La Pulgosa «están cerrados hasta que esté garantizada la seguridad», ha puntualizado.
Carmen Bayod ha indicado que el fuerte temporal causó el corte de calles, inundaciones en locales y garajes y algunos árboles caídos, y ha destacado «la excelente coordinación» entre los cuerpos de seguridad.
Bayod ha recogido datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que dicen que cayeron «más de 20 litros por metro cuadrado en apenas 20 minutos», y el fuerte viento fue «de 50 kilómetros a la hora, según la Aemet, y de hasta 120, según la Base Aérea».
La alcaldesa ha explicado que ya ha contactado con los patronos del Jardín Botánico para evaluar los daños en una reunión extraordinaria y aplicar «la estrategia apropiada para recuperar el jardín cuanto antes».
El concejal de Seguridad de Albacete, José Luis Serrallé, ha detallado que la Policía Local recibió 139 llamadas y los bomberos 135, que se saldaron con 147 incidencias salidas entre ambos cuerpos.
Serrallé ha destacado que cayeron 18 árboles, resultaron dañados diez vehículos por caída de ramas o cascotes y hubo 21 desprendimientos, uno «de más envergadura en la calle Víctor Hugo, donde se desprendió una uralita».
El concejal ha indicado que el agua provoco el corte de varias calles, como la avenida de España, la carretera de Ayora, la circunvalación a la altura del Hospital y la calle Isabel II, y la red de alcantarillado se anegó en algunas calles de la circunvalación o el Paseo de la Cuba.
Además, hubo problemas con el suministro eléctrico en la calle Baños y la calle Cervantes.
Los efectos de la tromba de agua se dejaron notar también en el campamento para inmigrantes de La Dehesa, ubicado junto al cementerio, donde los residentes habitan casetas prefabricadas.
El concejal ha indicado que «se inundaron algunas casetas y hubo que trasladar a varios usuarios».
Respecto a la limpieza viaria que hubo que comenzar tras la tormenta, la concejala de Medio Ambiente, Rosa González de la Aleja, ha explicado que un operativo de 19 personas se repartió en dos brigadas con personal de la empresa FCC y personal propio del Ayuntamiento y trabajó hasta pasadas las 20:30 horas, cuando ya no quedaban calles cortadas por el agua.