sábado, 16 de noviembre de 2024
Encuestas a pie de calle 27/06/2012junio 13th, 2017

Toledo disfruta de una riqueza cultural y un patrimonio histórico envidiable. Nadie duda de ello. Su pasado lleno de historias y leyendas es el cielo para un humanista. Un paraíso para los que la visitan, cada año más, tanto españoles como extranjeros, en esto del turismo nunca llueve a gusto de todos.
En castillalamancha.es ha hablado con comerciantes del sector y turistas para conocer qué piensan sobre la capital de Castilla-La Mancha. Los turistas ingleses lo denominan como «incredible», aunque los comerciantes autóctonos dicen que no ven esta euforia reflejado en sus cuentas.

«REALLY CUTE»


Paseando por las callejuelas llenas de leyendas e historias, nos encontramos con Simone Freire. Esta periodista de tez morena no tardó en preparar la maleta y dejar a su marido y sus hijos unos días para realizar unas vacaciones familiares con su hermano y sus padres. No son todos los días los que uno viaja desde Río de Janeiro, Brasil, para pasar 15 días visitando Europa. Toledo presume de unos callejones really cute (realmente monos) según Simone. Su hermano Guilherme explica que hace exactamente 25 años que se fueron la primera vez de vacaciones en familia.

TOLEDO, MEJOR QUE PARÍS

A pesar de que el artesano Carlos Gómez dice que los ingleses son «más de costa y juerga», el casco histórico está lleno de estos turistas reconocidos por sus calcetines altos y piel blanquecina. Nos encontramos con una familia de Staffordshire que afirma que le gusta más Toledo que París. Al otro lado del casco, paseando por la calle comercial que desemboca de la catedral, conocemos a Cris y Marline Dias de Surrey, Inglaterra, (of course) y opinan que sólo Córdoba se clasifica mejor que Toledo.

Sorprendidos ante la muchedumbre turística presente en Toledo, Cris y Marline destacan el problema del transporte. «¡Sabemos que necesitamos el autobús 71, pero no sabemos dónde cogerlo!» También critican las explicaciones dadas por la oficina de turismo: «Queremos llegar al Escorial, pero no nos informan bien».

La duración de las estancias en Toledo son muy diversas. Mientras que Cris y Marline pasan un total de 5 días en Toledo, otra pareja, Alice y Mateo de Italia solo cuentan con 5 horas para disfrutar.

ÉRASE UNA VEZ…

Dure el tiempo que dure, los turistas salen encantados con su visita de Toledo, la ciudad que, iluminada por la noche, se parece a un cuento de hadas. No obstante, esperemos que Toledo siempre se limite a parecerse a uno de ellos y no llegue a convertirse en una leyenda grabada en un libro.

LOS COMERCIANTES Y EL TURISMO DIRIGIDO

Protagonitas también en el sector turístico son los comerciantes, que sufren ahora dos competencias. A la de siempre, los grupos que vienen dirigidos por los touroperadores hacia determianados establecimientos que pagan una comisión a los guías, se suman los productos made in china.

Así se lo contaron a encastillalamancha.es.

«Una mafia». Así se expresa Sergio Maldonado refiriéndose a las decenas de autobuses que descargan cientos de turistas diariamente cerca de los muros de Zocodover. «Un turismo bajo estricto control»; sin libertad de movimiento y, aun más importante en los tiempos que corren, con la distribución de los gastos de la cartera planificada a priori.

«El japonés es un turista muy controlado» nos cuenta Sergio, trabajador en una empresa familiar de damasquino. Su negocio, ya atacado por la crisis, se ve debilitado por grupos de turistas que siguen a su guía como una mascota a su dueño adiestrador, se quejan. «Llevan los turistas a almacenes concretos, porque no les interesa dejarles libres».

En vista de una venta comercial limitada en Toledo, es necesario salir de la ciudad amurallada para buscar compradores y promocionar la artesanía local. Sin embargo, incluso las visitas a ferias artesanales como la de Los Ángeles no han ayudado a difundir el conocimiento del arte de los damasquinos. «El arte del hilo de oro no es conocido como un arte. No es como el cuero o el bordado que ya están establecidos».

¡RESISTIRÉ!

Carlos Gómez, artesano desde hace 28 años, añade que la invasión de productos chinos es otra amenaza más para el comercio toledano. Un comercio que está perdiendo calidad y tradición, puesto que los turistas «buscan la mayor cantidad por el precio más bajo y son inconscientes de si lo que compran es original o falso».

Este comerciante que encontramos tomando aire en la puerta de su tienda, observa que vecinos suyos han cambiado el estilo de sus productos e incluso es escéptico sobre las falsificaciones de la procedencia de los productos. No obstante, prueba de que uno se puede mostrar positivo frente a un futuro gris, su amplia sonrisa da paso a una canción: «¡Resistiré!».

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