Dice Javier Ruedas (lean la entrevista que le ha hecho Mar G. Illán en este periódico y se quedarán con ganas de más), sol y sombra de Emiliano García-Page durante tantos y tantos años, que hay «gente muy influyente del PSOE» que ve al actual secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha y alcalde de Toledo «candidatable en las generales» que, con toda lógica, tocarán nuestros sentidos en noviembre de 2015. Y si lo dice Ruedas, más cuando el PSOE nacional está abierto en canal y a la espera de recolocar sus miembros vitales, es que la cosa tiene mensaje.
Si las encuestas siguen como lo que son, una fotografía del momento, dentro de un año o a lo sumo dos en Ferraz tendrán que cambiar de baraja porque los naipes actuales no sólo estarán marcados, sino además demasiado sobados. Encuestas en las que el PP pierde cerca de 10 puntos debido a los recortes tan brutales a los que están sometiendo a los españoles pero que, hete ahí la pera limonera, el PSOE apenas sube unas décimas en la aceptación popular. Que no «popular». O sí. Tanto monta, monta tanto.
Mientras, en el territorio socialista regional las cosas son las que son. Opositar es harto difícil. Horas y horas de estudio para que luego en el examen te pasen factura los nervios, te caiga el maldito tema que llevas menos preparado o, por qué no, también sucede, apruebas pero hay otros que sacan mejor nota y vas directamente a la bolsa de interinos.
¡Y está el asunto para ser interino! ¡Que Dios nos pille confesados!
De ahí que Page, si hacemos caso a la pista que deja Ruedas, tiene que pensárselo. Casi todo el mundo a estas alturas debería saber que las elecciones las gana o las pierde quien tiene el poder; por mucho que el cabeza de cartel que esté enfrente ayude o no.
¿Eso significa que Page pudiera entrar en ese póker de ases, o de sotas según de quién sea la interpretación política de la cuestión, que llegado el caso tomara el relevo de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato a la Presidencia de España?
¡Osti tú! Que diría el otro.
Pues empiecen a echar cuentas ustedes mismos. Porque además de Rubalcaba, a quien casi medio PSOE no quiere, están «Blancanieves» Chacón, por aquello de que está a la espera de que llegue su príncipe y le pegue el beso necesario para que deje de estar adormilada, cosa harto improbable; el admirado por unos y denostado por otros Patxi López y… A mí de momento no me salen más.
Page al margen. Con un excelente cartel en el desierto socialista nacional, va a esperar. Seguro.
Y ya que jugamos a futurólogos, vamos a darle un poquito más a la imaginación. Si finalmente Page no fuera el candidato del PSOE en las elecciones castellanomanchegas de 2015, ¿quién?
¡Guau! Esa sí que sería de nota para quien la acierte ahora mismo. Busquen y rebusquen, porque el panorama está como para…
Ya lo dice Ruedas, que es el alter ego Page pero con cara de Príncipe: «Yo, hoy por hoy, tengo unas dudas tremendas de que Emiliano pueda llegar a jugar esa baza cuando lo que está pasando en Madrid…». Hablaba de elecciones autonómicas. Otra frase más sin desperdicio: «El PSOE tiene que ir trabajando en preparar gente». El PSOE de Castilla-La Mancha, dice.
Y si lo dice Ruedas…