Los sindicatos de docentes han advertido de que el viernes 29 de junio cesarán unos 5.000 interinos docentes y han expresado su temor a que, en el mejor de los casos, sólo se reincorporen en septiembre entre un 10 y un 25 por 100. Así lo han indicado a Efe el responsable regional de Educación de CCOO, Alfonso Gil, y el presidente regional del sindicato de docentes Anpe, Juan Carlos Illescas, ante el inminente cese de los profesores que han trabajado durante todo el curso cubriendo una vacante.
Desde 1994 hasta ahora, los profesores interinos que trabajaban durante más de 5 y meses y medio cobraban los meses de julio y agosto, pero una disposición adicional incluida en el proyecto de ley de presupuestos regionales anula ese acuerdo.
De este modo, a los docentes que hayan cubierto una vacante de curso completo se les pagarán las vacaciones correspondientes a 22 días laborables y al resto el tiempo correspondiente al trabajo realizado.
Los responsables sindicales han detallado que el viernes irán al paro unas 5.000 docentes interinos, que se suman a más de 2.000 que estaban realizando sustituciones y a los que ya se les dio de baja la pasada semana.
Además, Gil e Illescas han expresado su temor a que «la gran mayoría» de los interinos no vuelvan a trabajar en el mes de septiembre como consecuencia de los cambios introducidos por el Gobierno regional: el aumento del número de alumnos por clase y el aumento de horas lectivas que imparten los profesores.
De hecho, el dirigente de CCOO calcula que solo volverán a sus puestos en septiembre el 10 por 100 de los interinos que cesan el viernes y el responsable de Anpe considera que, «como mucho», se contratará al 25 por 100 de ellos.
Ambos han indicado que las medidas puestas en marcha por la consejería provocarán el traslado de entre 800 y 1.000 profesores funcionarios con plaza adjudicada y temen que incluso puedan ser trasladados de provincia.
Al margen de estas declaraciones, Alfonso Gil ha pedido en un comunicado que los trabajadores interinos tengan las mismas condiciones laborales y económicas que los profesores de religión, los únicos que tienen el contrato garantizado durante los doce meses.