Esta cordobesa de 27 años, que se dedica al periodismo deportivo, tiene dos formas de hablar: una, cuando la escuchan en televisión, que casi nadie se da cuenta de que es andaluza; y otra, cuando está fuera de plató y… ¡Ozú, mi arma con el acentazo que tiene!
De las fotografías que les mostramos no hace falta que les diga nada, ustedes las ven y como si la cosa no fuera con ella. Pero lo que sí que les diré es que Ana Cobos Pérez trabaja por las mañanas en Castilla-La Mancha Televisión, presentando los deportes desde las 14.45 hasta las 15.15 junto a su «inseparable» Rubén Martín, uno de los cracks de la COPE nacional; y por las noches, de 20.30 a 21.30 en Marca TV.
¿Hobbies? Pues unos cuantos. Desde montar en bici, «que me encanta y lo he descubierto hace poco», hasta bailar hasta más no poder, «me pego unos bailes yo sola en mi casa que… Delante del espejo o con la fregona». Además de «irme de tapitas, ver películas en el cine o sacar a mi perro».
Su carrera profesional comenzó haciendo prácticas en el Diario de Córdoba y en el ABC de Sevilla. De ahí al gabinete de prensa del Sevilla CF y a la capital de España. En Madrid trabajó como dependienta en una tienda de ropa para pagarse un Máster; y más tarde entraría en Televisión Española y en la actualidad, compagina CMT con Marca TV.
No hace falta que les cuente más, ¿verdad? Porque ustedes quieren ir al grano. Pues eso, pasen, lean y vean.
¡Córdoba, lejana y sola…!
Bueno, ¡qué te voy a decir yo… Pues que la echo de menos! Cuando voy, a veces me vuelvo casi llorando en el AVE con una pena porque… Voy poco a Córdoba porque como esté dos días el segundo ya… ¡Estoy de mala leche porque no me quiero volver!
Usted ha llegado a escribir en Twitter: «El fútbol sí es perfecto».
Yo creo que sí, pero es perfecto el de la selección española. Y quizás también el del Barça, que me gusta mucho cómo juega. No es mi equipo, pero… Ver las imágenes de Cibeles, casi un millón de personas unidas por el fútbol… Sí, sí era el fútbol perfecto, tanto por el juego como por la calidad humana de los jugadores.
¿De qué equipo es?
Pues mira, soy del Córdoba pero… Soy del Sevilla. Ja, ja, ja… Porque si tu padre es del Sevilla pues al final tú eres del Sevilla. Y me dicen… ¿Pero cómo puede ser una cordobesa del Sevilla? Porque no se llevan muy bien… Sí, me gusta el Sevilla, voy al campo…
Entonces, ¿es más del Sevilla que del Córdoba?
Me cuesta… ¡No me cuesta! Me tira más el Córdoba.
Vamos a ver: le tira más el Córdoba pero es más del Sevilla que del Córdoba…
¡Me cuesta decidirme!
«Para qué queremos subir allí arriba si ellos se mueren de ganas por bajar aquí abajo», frase de «La novia cadáver» y que a usted le encanta.
Sí, me encanta esa peli. Que los muertos lleven colores y el mundo de los vivos sea gris… Te da que pensar. Parece como que no disfrutamos de lo bueno porque estamos siempre pensando en problemas. Y cuando nos pasa algo grave te das cuenta de que la vida es una y hay que vivirla. Yo me como mucho el tarro, soy hipocondríaca, me agobio… Sí, sí…
¿Cuál es su mayor superstición?
Me toco el pelo y últimamente hago un gestito con la nariz. Pero porque tengo manías estúpidas que no significan nada. Es verdad que si veo una ambulancia rápidamente tengo que tocarme la cabeza con los dedos puestos como cuernos. O tocar algo rojo. Ja, ja, ja…
¿Ha jugado al fútbol?
He jugado… Bueno, jugaba al basket en verdad y… ¡Era buena yo creo! De base, como era la más chiquitita del equipo… Corría mucho y mi padre hacía de entrenador un poco. Tenía estilillo, la verdad es que luego me ha costado mucho seguir. Y al fútbol jugaba con mis primos pequeños.
¿Por qué le dio por el periodismo deportivo?
Un verano, antes de empezar quinto de carrera, estaba haciendo prácticas en el Diario de Córdoba y envié un correo al jefe de prensa del Sevilla, me ofrecí para hacer prácticas, me llamaron y… ¡Fui vestida de verde!
¿De verde? ¿Vestida del Betis en las oficinas del Sevilla?
Sí, sí… De verde. La verdad es que con los nervios se me pasó que iba de verde. Me hicieron una entrevista y me dijeron que adelante. Ese año, trabajando con los jugadores y demás, vi que lo mío era el deporte.
De los jugadores del Sevilla, ¿quién le llamó más la atención?
Me encantaba Maresca, el que ahora juega en el Málaga. Y Kanouté, con una personalidad impresionante, me parece un superclase dentro y fuera del terreno de juego. También Puerta, al que me dio tiempo a conocer y fue justo ese verano cuando falleció. Era un chaval supernormal, porque también hay jugadores que te miran igual por encima del hombro, gente que está crecida, gente joven que a lo mejor no está bien aconsejada…
¿Es injusto lo que le ha pasado a Sara Carbonero con las críticas recibidas a través de las redes sociales en la Eurocopa?
Mira, no la conozco personalmente, pero me parece que tiene muchas tablas, que es una gran profesional… ¡Estoy enamorada de la voz de Sara Carbonero, me parece que tiene un vozarrón impresionante! Creo que se la juzga por lo que es, por ser una chica guapa, por ser una chica inteligente y por tener un novio que seguramente querría tener media España.
¿Usted también?
¡Yo no! Ja, ja, ja… Hace poco me lo preguntaron y mi respuesta fue que yo no iba a torear en esa plaza.
¿El mejor jugador del mundo?
Ahora mismo, Maradona o Messi. Messi, porque le he visto más jugar.
¿A qué deportista le gustaría entrevistar?
A Rafa Nadal. Me encantaría. Incluso tomarme un café tranquilamente con él, sin necesidad de entrevistarle.
Imagínese usted en la selección de Del Bosque. ¿En qué puesto jugaría?
A mí me encantaría ser como David Silva. Ja, ja, ja… ¡Me parece un jugón!
¿Alguna anécdota que le haya ocurrido con un jugador?
Cuando estaba en el Sevilla, recuerdo que una vez tuve que bajar con Renato, el jugador, a la tienda del club porque quería regalar una camiseta a su esposa y me estuvo a mí probando. ¡Al final me tuve que probar las camisetas para la mujer de Renato!
¿Le ha tirado los tejos alguno?
¡Noooooooo…! Eso es un tópico. ¡Eso no es verdad!
Me cuentan que Darko, su perro, es su auténtica obsesión.
¡Sí! La verdad es que nunca había tenido un perro, apareció el bichito este, un bóxer, y hace conmigo lo que quiere. No me hace caso, se sube a la cama cuando me quedo sopa… Nunca pensé que un animal te pudiera dar tanto cariño. ¿Que por qué le llamé Darko? La verdad es que quería llamarle Pichichi, pero me pareció demasidado cursi. Ja, ja, ja…
¿Está de acuerdo con la pena de muerte?
No. Para nada, en ningún caso.
¿Milita en alguna ONG o asociación?
No. Me gustaría colaborar con alguna asociación de niños pequeños. Siempre digo que cuando tenga tiempo, pero… ¡No tengo tiempo ni para mi familia, vaya!
Sin trabajo ni prestación, ¿qué estaría dispuesta a hacer para comer?
Yo creo que me sorprendería a mí misma en situaciones límite, porque… No sé lo que haría, pero seguramente cualquier cosa. No sé… Imagino que primero tirar de mi familia, pero… No quiero ni imaginármelo.
¿Prohibiría la prostitución?
La regularía. ¿Para acabar con la explotación? Me parece un problema gordo de la sociedad que creo que tiene difícil solución pero que habría que buscarla ya.
¿Cuál fue su primer sueldo y en qué se lo gastó?
Seguramente haciendo prácticas. Siempre decía de pequeña que mi primer sueldo era para comprar un perro y con ese sueldo te digo yo que no me daba ni para el collar, vamos. No me acuerdo si serían 200 euros o algo así.
¿Qué personaje histórico le gustaría ser?
Pues mira, todo el mundo pensaría que Juana de Arco, Cleopatra… Yo me fijo más en la gente que tengo cerca. No sé, me gustaría ser como mi abuela Pepa, una supermujer que ha estado trabajando toda la vida y que ya no se puede apenas mover la pobre y quiere seguir haciendo cosas… O si me pongo ya un poco… Me gustaría ser una diosa griega, algo mitológico.
¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.
Me gusta dormir fresquita, con camiseta superancha… ¿Siempre? En invierno también, no puedo dormir con algo gordo. ¡Bueno, a lo mejor en verano…! Si estoy sudando, sobre todo en Córdoba, que puedes morir de calor, si hay que quitarse algo pues… ¡Todo fuera, vaya! Pero normalmente con camisetita ancha y eso.
¿Qué libro está leyendo?
Mira, me cogí el otro día, cuando me bajé a la piscina, «El factor humano», de John Carlin, que quiero releer. Y siempre tengo a mano «El Principito», de vez en cuando me gusta echarle un ojo porque en el fondo soy superinfantilona. Siempre hay que tener esa parte de inocencia que no debe perderse nunca. A mí siempre me dicen que soy una niña y no quiero cambiar eso. ¡No quiero sentirme mayor!
¿En qué película le hubiera gustado actuar?
¡Buah…! ¡En la más pastelosa que te puedas imaginar! La más ñoña, la prota de la peli más ñoña… ¡En esa!
Cuando va al fútbol, ¿insulta al árbitro o a los rivales?
¡No, yo insulto a los míos! Corre, pero qué estás haciendo… Bueno, al rival cuando marca también. ¡Hombre, palabrotas también digo, en casa también!
¿Su mayor travesura?
Es que no he sido muy loca. Yo creo que la mayoría de locuras que he hecho fueron en la época esta de instituto… Yo venía de ser una niña buena del cole de monjas y llegué allí y empecé a juntarme con compañeros nuevos y me acuerdo de saltar una vez la valla del instituto y llegar a casa con un moratón en la barriga que… ¡Casi me quedé atrapada en la valla del instituto! Pero no he sido de hacer locuras, no he sido una niña mala.
¿Qué programas del corazón ve?
Ahora mismo no me da tiempo de ver ninguno, pero sí que he visto Sálvame y estas cosas. ¡Si es que hay que ver de todo! ¡Claro, y el Tomate! Con las compañeras de piso en la facultad nos tragábamos el Tomate por las tardes. Ja, ja, ja…
¿Cuál es la mayor multa que le han puesto y por qué?
Todo el día en el coche, al final… ¡Multas caen! La última yo creo que fue por el móvil. Cambiando la música del iPod. Creo que la multa se quedó en 100 euros y tres puntos. En el coche siempre voy bailoteando y cantando como una loca…
Defínase: ¿de derechas, de izquierdas o de centro?
¡Centrada no estoy! ¡O sea, mi cabeza no está muy centrada! Ja, ja, ja… Ni de derechas, ni de izquierdas ni de centro. De nada y de todo.
¿Cree que el tamaño importa?
¡Hombre, claro que importa! ¡Cómo no va a importar! O sea, ¿es lo mismo medir dos metros que uno sesenta? ¡Pues no! Ja, ja, ja…
Ya, pero sabe que me refiero al miembro viril…
Claro, pero ahí no hablamos de dos metros… Ja, ja, ja… ¡Ni de uno sesenta! ¡Claro que importa, hombre! ¿No?
La pregunta se la he hecho yo… Ja, ja, ja…
Sí importa, pero tampoco hay que darle demasiada importancia. Importa lo justo. Ja, ja, ja…
¿El juego del parchís es cosa de hombres? Se lo digo porque ya sabe aquello de que se comen una y cuentan 20…
¡Ah, yo creo que eso ya no…! Yo tengo mogollón de amigos que me dicen… O sea, que igual están buscando chica y tal y me dicen: ¡El mercado está fatal! ¡Una cosa loca! Creo que ahora es supercomplicado encontrar una pareja porque el tiempo… No tienes vida, al final termina siendo alguien de tu círculo supercercano porque vivimos en una continua… ¡Yo creo que no, que eso era de la época de mis padres!
¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
Pues mira, lo he estado pensando porque como he visto que… Ja, ja, ja… ¡Y no me acuerdo! O sea, seguro que tengo sitios raros, pero lo que creo que hay que recordar es lo otro, ¿no? La persona más que el sitio. Se te olvida el sitio, pero…
Entonces, ¿ha habido lugares raros?
¡Hombre, claro, como todo el mundo! ¿No? ¡No hay que ser tan tradicional! Ja, ja, ja…
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