El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, ha defendido la reforma de la ley de dependencia para poder «salvar» el sistema ya que, en su opinión, es necesario «equilibrar» ingresos y gastos hasta que la situación económica española sea mejor.
Así lo ha explicado Echániz a los periodistas poco antes de entrar a la reunión del Consejo Territorial que debate el contenido de la reforma de la Ley de Dependencia y en el que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, y los consejeros autonómicos buscan un acuerdo para la mejora del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia.
El consejero, preguntado por los periodistas sobre si aumentar la aportación de los usuarios podría ser contraproducente para la sociedad en general, ha respondido que «el problema de un país es que se puede permitir los servicios sanitarios y sociales que permiten sus ingresos».
«Para hacer que el sistema sea sostenible hay que equilibrar los ingresos a los gastos, y en momento en que España recupere sus ingresos podremos hacer muchas más cosas de las que hacemos en este momento», ha proseguido.
A su juicio, el sistema de dependencia «nació bien» pero con el tiempo se desarrolló y creció mal, de manera que -ha dicho- en estos momentos está en una situación de «grave crisis» y «es necesario hacer reformas para salvarlo».
Ha indicado que el sistema se ha «desbordado» al atender a más de 1,5 millones de dependientes, tiene «graves problemas de financiación» y debe 1.000 millones de euros a la Seguridad Social de las cuotas de los «cuidadores informales», es decir, de los familiares.
«Es un sistema que tiene en estos momentos un gasto superior a los 2.700 millones de euros más de lo presupuestado por las CCAA, y por tanto es un sistema que está en riesgo y un gobierno inteligente lo que tiene que hacer es reformarlo para intentar salvar lo bueno que tiene», ha sostenido.
En ese sentido, ha dicho esperar que se implanten las reformas necesarias de cara a que en el futuro siga siendo un sistema que aporte un «gran apoyo asistencial».
También ha criticado que fue diseñado como un sistema de asistencia en servicios a las personas dependientes y se ha convertido de forma poco razonable en un «apoyo económico» a los familiares que prestan de forma no profesional esa atención, con lo cual, ha dicho, no se ha creado empleo.
Ha reiterado que son los ciudadanos con sus impuestos quienes sostienen los servicios sociales, y ha dicho que, dado que «el país se encuentra en un momento de desplome y muy preocupante y tenemos graves dificultades para atender esos gastos».
«Para hacer que el sistema sea sostenible hay que equilibrar los ingresos a los gastos, y en momento en que España recupere sus ingresos podremos hacer muchas más cosas de las que hacemos en este momento», ha insistido.