El vecino de Puertollano José Antonio Jiménez, de 56 años y que lleva un mes en huelga de hambre para reivindicar un empleo, ha agradecido el apoyo que le brindan los vecinos con «gestos solidarios» y ha reprochado a los políticos locales no le hayan dedicado ni 10 minutos. Jiménez, que lleva un mes en huelga de hambre y tan solo ingiere líquidos isotónicos, suero y agua, mantiene su actitud de protesta en la tienda de campaña colocada en la parte alta de la concha de la música del Paseo de San Gregorio y ha advertido de que allí continuará mientras no consiga un puesto de trabajo.
En declaraciones a Efe, ha asegurado que mantiene su postura respaldado por muchos ciudadanos que a diario, a través de las redes sociales e incluso personalmente, le manifiestan su solidaridad.
Visiblemente se le ve más delgado, aunque insiste en que prefiere no pensar en los kilos que ha adelgazado para evitar la presión psicológica añadida y se conforma con saber que la glucosa en la sangre y la tensión permanecen en los niveles normales.
Jiménez ha indicado que ha recibido dos ofertas de trabajo «fuera de Puertollano» en empleos relacionados con su trayectoria profesional como encargado de construcción de obra civil, pero «aún no se han confirmado, porque están condicionados a créditos bancarios y a adjudicaciones externas».
«No me moveré de aquí mientras no tenga un contrato firmado con una cláusula en la que se diga que no es un contrato trampa para sacarme de aquí y a los cuatro días estar sin trabajo otra vez», ha dicho.
Ha apuntado que si se confirma la oferta laboral se resolvería su problema, pero «sería muy triste que después de llevar toda la vida pagando mis impuestos en Puertollano me tenga que marchar fuera del pueblo que nací».