La producción agrícola en Castilla-La Mancha caerá un 40 por 100 esta campaña por la sequía, el alza de precios, los recortes anunciados para el sector y una posible disminución de las ayudas de la PAC de aprobarse su reforma tal y como está planteada, según las previsiones de UPA. Así lo ha planteado hoy en rueda de prensa el secretario regional de este sindicato agrario, Julián Morcillo. La perspectiva es similar a nivel nacional, tal y como ha afirmado el secretario general de la UPA, Lorenzo Ramos.
La sequía es la principal culpable de la disminución de las cosechas, que pasarán de 3,5 millones de toneladas a 2,1 millones en Castilla-La Mancha, región donde, según asegura UPA, las ayudas de las administraciones para hacer frente a la sequía ha sido «prácticamente nulas».
Unas condiciones que han empeorado la situación «límite» de los productores del sector debida al alza de los precios en piensos, fertilizantes, fitosanitarios o energías, entre otros, y las dificultades para conseguir financiación.
El último golpe, ha señalado Morcillo, han sido los recortes incluidos en los Presupuestos de la región para 2012, que reducen el presupuesto de la Consejería de Agricultura en un 40 por 100, de 387 millones de euros a 230 millones, una dotación que la UPA ha considerado «insuficiente» y que afectará sobre todo al sector de la ganadería, «uno de los que peor lo está pasando».
Disminuirán las partidas para la incorporación de jóvenes a la agricultura -solo se atenderá al 10 por 100 de las 1.500 solicitudes de esta ayuda-, para cooperativismo, comercialización e industrias agroalimentarias, que se rebajan en 84 millones de euros, y también se ha anunciado una modificación del PDR (plan de desarrollo) que sufrirá una rebaja de 187 millones de euros para el programa 2007-2013.
A nivel estatal, el secretario nacional de UPA, Lorenzo Ramos, ha asegurado que la situación es similar, ya que el Ministerio de Agricultura ha sufrido también una reducción de su presupuesto del 32 por 100, lo que, ha estimado, supondrá el fin o una disminución muy notable de las ayudas a la apicultura, a las denominaciones de origen o a la compra de seguros agrarios, recortes que, ha asegurado, no pueden soportar «porque no salen las cuentas».
La «puntilla», ha dicho, es el aumento del IVA ya que, a pesar de que la agricultura goza de IVA compensatorio (se devuelve a los productores), encarecerá todos sus costes, unos costes que no logran cubrir con los precios de venta y están llevando a situaciones límite a ciertos sectores, como es el del olivar en Castilla-La Mancha, el más afectado de la región.
De cara al futuro la mayor preocupación de la UPA es la reforma de la PAC, que debe ser aprobada por la Unión Europea el próximo diciembre, y cuyo planteamiento actual la organización ha considerado inaceptable: «Tenemos que darle la vuelta», ha dicho Ramos.
La reforma pretende que a partir de 2014 se desacoplen las ayudas de tal forma que, en lugar de darse solo a las hectáreas de suelo productivas, se darán a todas las hectáreas de suelo agrícola útil, sea este utilizado para la agricultura y la ganadería o no; así, en España pasarían a ser susceptibles de subvención 38 millones de hectáreas en lugar de los 16 millones que venían declarándose hasta ahora.
En Castilla-La Mancha, de esta reforma se teme que las tierras dedicadas a la viticultura pierdan subvenciones debido a las ayudas o que se modifique la OCM del vino, según ha dicho el secretario regional de UPA.