Contaba la diputada provincial en Toledo y alcaldesa de Guadamur (PP), Sagrario Gutiérrez, allá por julio de 2007, cuando daba rienda a la nostalgia, que su primer gran viaje iniciátivo se gestó en un intercambio familiar con una amiga francesa, lo que dio para un emocionante viaje por Andalucía a bordo de un flamante Seat 127 y más tarde a París.
Pues ahora, mientras dice que no va a faltar a su cita estival de siempre, Gandía, explica que la estancia será con sus hijos, acompañados de amigos que han hecho fruto de estancias en otros países como internos. Con lo que la historia se repite. En cuanto a Gandía, admite que es muy clásica y que para ella no hay destino mejor. Un verano más. Que lo disfrute. Junto a tanta prole «que parece la ONU», ironiza.
La ya veterana política del Partido Popular en Toledo, Sagrario Gutiérrez, lo tiene claro: el verano de su vida fue el de finales de los 70 del siglo XX, cuando, gracias a un intercambio no reglado con una amiga, se marcó un viaje por buena parte de Andalucía y por París.
La amiga se llamaba Diane de Gueniveau. Sagrario tenía por entonces 19 años. Le hizo mucha ilusión que sus padres le “dieran permiso” para hacer un viaje sola, con una amiga, aprovechando que se había sacado hacía nada el carné de conducir. “En aquella época aún, que una chica viajara sola por ahí, por primera vez.. me hizo mucha ilusión”, dice la alcaldesa de Guadamur y diputada provincial, quien confiesa que conducir al mando de su flamate Seat 127 le dio una “gran sensación de libertad”.
En Andalucía contaron con la ayuda de un amigo, el que aparece en la foto con las dos amigas, quien les facilitó la dirección de un hotel, pero el resto de la aventura andaluza la hicieron, pues eso, a la aventura, recalando en los lugares que estimaban oportunos. Como no es de otra forma en tantos otros casos, la ciudad que más le encandiló a Sagrario fue, cómo no, Granada.
El objetivo de la primera parte del viaje fue que Diane, hija de unos amigos de los padres de Sagrario, conociera “toda Andalucía” (aunque la actual diputada no había estado antes tampoco en Andalucía). Los padres de Diane vivían París.
CON UN AMIGO EN GRANADA
En Granada las esperaba José Luis, un amigo y compañero de carrera de su hermano Rodrigo, que vivía en la patria chica de Lorca. En Granada permanecieron cinco días. Después el amigo, que también estaba de vacaciones, acompañó a las amigas en su periplo andaluz. Además de en Granada, estuvieron en Sevilla, Jaén y Córdoba, siempre a bordo del flamante Seat 127 “Hicimos un recorrido precioso por allí”, recuerda Sagrario Gutiérrez. En la provincia de Jaén también visitaron Úbeda y Baeza.
“Lo pasamos muy bien, ya que parábamos donde nos parecía, y eso para unas chicas de 19 años era toda una aventura. Llevábamos un mapa y parábamos donde nos parecía que era bonito”, cuenta Sagrario, quien agrega que también fueron a un sitio que tenía una cerámica famosa, Fajalauza.
“Recorrimos sitios muy desconocidos para nosotras, claro, que no habíamos visto hasta entonces casi nada”, añade.
Tras las visitas a las capitales andaluzas, las motorizadas viajeras recalaron en San Juan (Alicante), donde esperaban los padres de la alcaldesa de Guadamur .
El acuerdo turístico se completó con el viaje, en los siguientes quince días, a París, donde durmieron en la casa de los padres de Diane, quienes habían venido en una ocasión anteriormente a Toledo, donde permanecieron junto a unos amigos de los padres de la política «popular». Diane era estudiante de español, y los padres de Sagrario quisieron que la chica practicase el idioma en nuestro país. “Nos entendimos muy bien; era una chica muy divertida y lo pasamos francamente bien”, asegura la primera edil de Guadamur.
Luego, además de en París, las dos amigas fueron a un lugar de la Bretaña francesa donde los padres de Diane tenían un chalet, concretamente en la zona de la costa.
MONTMARTRE… Y EL CARBONCILLO
Sagrario acababa de terminar por entonces Administración y Gestión. Se estaba preparando unas oposiciones. “De París lo que más me gustó fue Montmartre, la zona de los pintores, por la noche sobre todo. Guardo un dibujo que me hicieron a carboncillo”, rememora. “Ella tenía un hermano más pequeño, y con él salíamos todos los días ya que los padres de ella nos daban mucha libertad”, confiesa. Fue un viaje muy intenso.
Era la primera vez que salía sola. Por ello fue el “verano de su vida”. “Siempre he sido muy independiente, pero aquel viaje me hizo sentir mayor”, dice.
Además, Sagrario Gutiérrez recuerda las primeras vacaciones con su marido, en Mijas (Málaga). En verano nunca ha ido más al extranjero. De pequeña iba a con sus padres a San Juan y, ya casada, a Gandía (Valencia), adonde no ha dejado de ir en agosto. La diputada provincial asegura que las vacaciones de agosto en esta localidad valenciana, por más que sean las clásicas vacaciones de los españoles de tierra adentro, son sus vacaciones preferidas, no en vano el lugar cuenta con el beneplácito de su familia.
De esta manera, la política “popular” no falta a la cita con la playa mediterránea desde hace casi 20 años.
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