El banderillero Vicente Yangüez «El Chano» ha abandonado la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, y a partir de ahora proseguirá su recuperación en una habitación de planta de este mismo centro hospitalario. Así lo ha confirmado a Efe, Antonio Picamills, portavoz de la familia y apoderado de la novillero Milagros Sánchez, en cuya cuadrilla actuaba «El Chano» el día que sufrió esta grave lesión medular, el pasado viernes, día 13, en la plaza de toros de Ávila.
«Después de numerosas pruebas, análisis y ecografías a las que ha sido sometido Vicente, incluso una primera cura que creo que ha sido dolorosísima, los doctores han visto que la evolución es positiva por lo que han decidido subirle a planta para que ya puesta estar con todos los suyos», señaló Picamills.
«El Chano» fue operado hace tres días, por espacio de cuatro horas, por el equipo médico que dirige el doctor Andrés Barriga, neurocirujano del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del citado Hospital de Toledo, donde se produjo «la primera gran noticia», ya que el subalterno madrileño «no tenía rota la médula».
«Ese fue la mejor noticia que nos pudieron dar porque, si bien él era optimista, nosotros no tanto, y aunque nos dijeron que la médula estaba deshilachada debido a la fractura de la vértebra L1, gracias a Dios no estaba fracturada, que hubiera sido lo peor, así por lo menos nos dan una mínima esperanza de que Vicente pueda recuperarse», apostilló Picamills.
Y para que ocurra esa deseada recuperación, «El Chano» deberá afrontar ahora un largo proceso de rehabilitación, aunque los doctores aún no han marcado los plazos de cuándo empezará con dichos ejercicios, mas «si por él fuera, con lo animado que está, los iniciaría mañana mismo», aseguró.
«Lo que queremos es que Vicente se recupere lo máximo posible. Evidentemente su futuro en la profesión está muy oscuro, es muy difícil que vuelva a torear porque para ponerte en la cara de un toro tienes que estar al 100 por 100 físicamente. Por eso el objetivo es que en un futuro pueda hacer vida normal, y después Dios dirá», finalizó Picamills.