Las Cortes de Castilla-La Mancha muestran desde 18 piezas del alfarero Pedro Mercedes, unos «cacharros» -tal y como los nombraba el propio artista- que forman una exposición permanente que se abre a todos los ciudadanos que visiten el Convento de San Gil. El presidente de las Cortes, Vicente Tirado, ha agradecido la «generosa aportación» de la familia, que permite la instalación de esta muestra, que con anterioridad estaba instalada en la sede del Defensor del Pueblo.
Precisamente, Tirado ha recordado que con la supresión de este organismo, la comunidad ahorrará 10 millones de euros en esta legislatura y, además, permitirá el traslado a la Casa Perona -antigua sede del Defensor del Pueblo- de la Delegación de la Junta en Albacete, que también permitirá el ahorro del pago de alquileres.
Jarras, azucareros, botijos y platos son algunos de los «cacharros» de Pedro Mercedes que se pueden ver en las Cortes, a los que se suman murales que reflejan escenas como las cuatro estaciones y los oficios de músicos, taladores o gancheros.
Tirado ha recordado las palabras que el Pablo Picasso le dedicó a Pedro Mercedes, cuando dijo: «Un mismo duende nos ha rozado a mí y al alfarero de Cuenca».
Además, ha valorado que con esta exposición, se une el nombre de Pedro Mercedes a otras personalidades de la cultura castellanomanchega, como Benjamín Palencia o Gregorio Prieto.
«Las Cortes es la casa de todos los castellanomanchegos», ha subrayado Tirado, de modo que con iniciativas como esta se pretende que todo el ámbito cultural castellanomanchego esté presente en la Cámara regional.
El hijo del alfarero, Tomás Mercedes, ha aseverado que la inquietud de su padre por plasmar la creación artística en la alfarería surgió a los 12 años, cuando comenzó a trabajar en el taller y se preguntó «por qué los cacharros solo tenían un carácter utilitario y no podían ser utilizados como elemento de decoración en las casas».
«Hoy, sus platos y sus cacharros ocupan lugares preferentes en las casas y los museos y también en uno de los lugares más emblemáticos de Castilla-La Mancha, las Cortes».
En el momento de la creación, Pedro Mercedes, según ha explicado su hijo, no tenía ningún croquis previo, ni un dibujo en papel ni una idea preconcebida, sino que sentado en su silla de enea con su navaja de cuchilla roma se disponía a plasmar lo que le dictaba su mente».
Tomás Mercedes ha aprovechado la inauguración de esta exposición para pedir al Ayuntamiento de Cuenca, que es el propietario del alfar donde trabajó su padre, que rehabilite este inmueble que se ha dedicado a la alfarería durante más de 400 años, para albergar un museo, una escuela taller y viviendas para artesanos.
Se ha mostrado consciente de las dificultades económicas a causa de la crisis, pero ha pedido que «no se pierdan los tornos, el horno árabe y los lugares donde se han decorado» las creaciones de su padre.