José Luis Rubio lo creó para evitar que sus hijos rompiesen el de porcelana. Ahora está estudiando la posibilidad de distribuirlo en Roma.
Hace prácticamente un año nació Jesusito de mi vida, el peluche del Niño Jesús. Lo creó un toledano, José Luis Rubio porque sus hijos, José Luis y María, siempre quieren “jugar con la figura de Jesús” de porcelana. Para evitar que la rompiesen, él y su mujer, Anabel Ávila, buscaron un peluche que se ajustase a la figura del Niño Jesús, pero no lo encontraron.
Lejos de desanimarse, optaron por crear ellos mismos el peluche. Se pusieron manos a la obra, trasladaron al papel la idea y nació “Jesusito de mi vida”. Al principio solo crearon 3.000 peluches que se agotaron a los cuatro meses.
A partir de ahí crearon su propia empresa, Senebey, y han continuado trabajando para diversificar el producto. Llaveros, mochilas… Y también la Virgen María en peluche.
“Lo vendemos por toda España”, comentaba José Luis, quien calcula que están en unos 50 puntos de venta de todo el país. En cuanto a la exportación, los costes que le supondría es lo que frena a este emprendedor que ha recibido peticiones de Argentina o Méjico, pero “los costes son muy caros”.
Este año han creado 25.000 peluches y las peticiones siguen llegando. Un éxito que pudieron comprobar en la pasada Jornada Mundial de la Juventud donde todo el mundo quiso un recuerdo en forma de peluche.
El próximo objetivo es distribuirlo en Roma.