La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha llevado a cabo la restauración del puente de la ovejas en el término municipal de Los Pozuelos de Calatrava (Ciudad Real), que es uno de los vestigios patrimoniales más significativos del legado histórico de la trashumancia en España.
El puente, construido sobre el cauce del río Guadiana, se diseñó para que los ganados trashumantes que se trasladaban del norte al sur de España pudieran cruzar el curso fluvial.
Dotado de cuatro grandes arcos de piedra, sobre él se construyó una estrecha calzada empedrada de petriles y, a sus extremos, dos zonas de estacionamiento de ganado para facilitar el paso de las ovejas trashumantes que se desplazaban por la Cañada Real Soriana hacia el gran invernadero del Valle de Alcudia.
Su forma estaba pensada para facilitar el contadero de las miles de ovejas que utilizaban esta vía pecuaria y por las que los ganaderos estaban obligados a pagar un impuesto que se conocía como ‘portazgo’, que daba derecho a los ganadas a utilizar las cañadas reales.
El puente de las ovejas ha sufrido en los últimos meses un importante proceso de restauración debido a las malas condiciones en las que se encontraba, sobre todo a raiz de las últimas crecidas del río.
La actuación de la CHG se ha centrado en restaurar la estructura del puente, consolidando las zonas más afectadas por el paso del tiempo y recuperando las que se habían perdido.
Los trabajos de restauración le han devuelto su aspecto original, según los estudios arqueológicos realizados, al tiempo que se ha conseguido consolidar su estructura evitando que su deterioro siguiera avanzando con el paso del tiempo.
El puente de la ovejas ha sido testigo del paso de miles y miles de ovejas durante siglos y cuenta con un alto valor patrimonial y etnográfico que le ha llevado a ser incluido en numerosas guías de rutas turísticas como lugar de visita imprescindible en la provincia de Ciudad Real.
Es, además, referente por estar considerado un «emblema» de la trashumancia en España al quedar sobre una de las vías pecuarias conocidas más importantes, la Cañada Real Soriana, que a lo largo de la historia ha servido para facilitar el tránsito de los ganados como camino pastoriles que permitían la práctica nómada de la ganadería.
En la trashumancia, el ganado era llevado en verano a los puertos o pastos de alta montaña y en invierno a las zonas más llanas, de clima templado.
Durante estos desplazamientos el ganado utilizaba descansaderos, abrevaderos y majadas, todo un entramado de infraestructuras que hacía posible su traslado.
El puente de la ovejas, se encuentra sobre el río Guadiana, uno de los grandes ríos peninsulares de régimen pluvial, que en su tramo alto y medio discurre por terrenos llanos y calcáreos muy permeables que da lugar al Acuífero 23, cuyo rebosadero natural son Las Tablas de Daimiel.
Sus riberas en este tramo estaban surcadas por fresnedas que han ido reduciéndose en las últimas décadas por talas incontroladas y por la falta de continuidad en el caudal del río, muy afectado por la sequía, la regulación del cauce y la extracciones masivas de agua para uso agrícola en la cuenca Alta.