César del Río
Llega el ecuador, la semana de vacaciones por excelencia del año, y por primera vez en muchos meses no habrá Consejo de Gobierno, puesto que una parte del Ejecutivo de Castilla-La Mancha se ha marchado de vacaciones. Excepciones hechas de Marta García de la Calzada, consejera de Fomento; y de Arturo Romaní, consejero de Hacienda, quienes se han quedado al frente de la nave.
Junto a ellos, la viceconsejera de Presidencia, Mar España; y el viceconsejero de Sanidad, Jesús Galván, quienes tratarán de cubrir los frentes que dejan Leandro Esteban e Ignacio Echániz. El segundo, lo digo por Galván, ya ha tenido dos comparecencias públicas por estas tierras durante el fin de semana que se ha quedado de «jefe», eso que hemos ganado los periodistas y, por ende, ustedes. Porque de Echániz poco más hemos sabido desde que…
Y por encima, la presidenta, María Dolores de Cospedal, quien está pero no está y viceversa, pero que durante el fin de semana ha tenido una actividad más que activa y que, teléfono en mano, no ha parado de ejecutar órdenes.
EL VIERNES 17, NUEVO PUNTO DE PARTIDA DE CARA AL OTOÑO
La próxima reunión del Gobierno al completo está prevista para el viernes 17, punto de partida de lo que se espera sea un otoño más que caliente, más incluso que el del verano, puesto que el inicio del curso escolar se espera con brasero y faldillas. Por poner sólo un ejemplo.
Esto es una lucha que se inició desde el mismo momento en el que se iniciaron los recortes. O ajustes. Unos con lógica y otros con no tanta. Todos encaminados a conseguir reducir un déficit brutal del 7,3 por 100 que dejaron los «amigos» hasta llegar al 1,5 por 100 exigido por el Gobierno central para final de año.
Y como dos más dos son cuatro y, por lo tanto, habas contadas, para conseguirlo había que tirar de lo público. Haciendo de la necesidad virtud en algunos casos por lo sangrante de la situación y ofreciendo soluciones salomónicas que no convencen en otras por la injusticia que supone recortar en todo pero no para todos.
¿Por qué? Pues porque a los políticos no les ha llegado ningún ERE ni por asomo. Y porque a los funcionarios se les trata a todos por igual y no es el caso. Al vago, para su casa; al trabajador el premio no puede ser un desajuste continuo de su nómina.
Por cierto, la nueva ley electoral castellanomanchega, ya en vigor, aumentó el número de políticos en las Cortes, pero el PP nacional está por la labor de disminuir el número en todos los Parlamentos autonómicos. Que me lo expliquen. Ahí se ha abierto otro frente. Una ley que dará que hablar.
Veremos cuál es la solución llegado el caso.
Feliz verano, que el otoño ya será otra cuestión.