Una treintena de trabajadores del Parque Municipal de Bomberos de Albacete ha llevado un ramo de flores a la alcaldesa, Carmen Bayod, para «dar las gracias» por la reducción de salario aplicada a este colectivo, que, unido a la supresión de la paga extra, supone una media de 6.000 euros anuales.
Los bomberos han realizado la protesta simbólica esta mañana en el Ayuntamiento y han entregado una carta explicando su situación a la alcaldesa, si bien no han sido recibidos por nadie de la Corporación Municipal, y finalmente han dejado el ramo en la capilla de la patrona, la Virgen de los Llanos.
Basilio Martínez, del Sindicato de Trabajadores de Administración y Servicios (STAS), ha dado lectura a la carta dirigida a la alcaldesa, en la que dan las gracias de forma irónica «por su preocupación y reconocimiento a la labor que realizamos», reduciendo el sueldo un 6 por 100 a partir de agosto, una bajada que se suma a otro 7 por 100 que les supone perder la paga extraordinaria de Navidad, «unos 6.000 euros anuales», ha explicado
En la carta también agradecen a Bayod «la deferencia que ha tenido con los bomberos», que le solicitaron una reunión el pasado 13 de julio para exponer la situación del colectivo «y aún no ha sido capaz de recibirnos».
Los bomberos critican en la carta que las medidas de reducción de salario se hayan tomado «sin negociación con los sindicatos, de forma unilateral», y hablan de un «castigo» que les infringe el Equipo de Gobierno, porque mientras se reduce el salario «se permiten el lujo de presupuestar 273.000 euros para construir una nave más en el Parque de Bomberos».
Junto a la carta, los bomberos han registrado un documento dirigido al concejal de Personal y Seguridad, José Luis Serrallé, en el que exponen que con la actual situación peligra la seguridad de la ciudad y la de los propios trabajadores, ya que el turno mínimo, de 11 personas, se reduce a nueve, como ocurrió el pasado viernes.
En el escrito remitido al concejal se indica que durante buena parte del viernes «e número de funcionarios no alcanzaba lo estipulado en el turno mínimo», y eso supone «un riesgo añadido» que pone en peligro «la seguridad de los ciudadanos y la de los bomberos intervinientes».