La localidad toledana de Villasequilla ha dado un último y multitudinario adiós al cabo primero de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Alberto Guisado, fallecido durante la extinción del incendio declarado en la Sierra de Gata (Cáceres) al volcar por una ladera el vehículo autobomba en el que viajaba.
Cientos de personas han acudido a apoyar a la familia en estos momentos tan dolorosos. A las 10:00 horas la iglesia de María Magdalena acogía una ceremonia religiosa repleta de público, un público que también se ha congregado en la plaza adyacente, donde se han podido ver a muchos efectivos de la UME trasladados al municipio en seis autobuses. Ellos han protagonizado uno de los momentos más emotivos al entonar al finalizar la misa el himno a los caídos, tras lo cual ha salido el féretro portado a hombros de militares visiblemente afectados.
Por sus relevantes méritos y por el doloroso suceso del 4 de agosto, el director general de Protección Civil y Emergencias, Juan Díaz Cruz, hizo entrega a título póstumo de la Medalla al Mérito de la Protección Civil en categoría de oro y con distintivo rojo concedida por el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
Numerosas coronas de flores han precedido a una comitiva encabezada por la mujer y los padres de Alberto Guisado, quien estaba destinado en Torrejón de Ardoz. Villaquilla, un pueblo de poco más de 2.500 habitantes, se ha volcado en acompañarles y en ofrecerles sus muestras de cariño. Hasta allí también han acudido los trabajadores de Teletech, quienes por un día han dejado sus protestas para estar con la mujer de Alberto, que estaba empleada también en este call center; así como el consejero de Hacienda, Arturo Romaní, en representación del Gobierno de Castilla-La Mancha, y el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Jou.
A las 11:00 horas el ataúd entraba en el cementerio para enterrar a Alberto Guisado en estricta intimidad mientras muchos vecinos y compañeros permanecían a las puertas del camposanto en todo momento. A la salida, aplausos y muestras de apoyo para una familia rota por el dolor.
La alcaldesa de Villasequilla, Elena Fernández, ha expresado lo mucho que ha afectado el suceso a todo el pueblo ya que era una persona «muy conocida y con muchos amigos». «Se ha volcado todo el mundo, este es un municipio muy peuqeño y todos nos conocemos». Ha explicado que Alberto llevaba seis años viviendo en Villasequilla, desde que contrajo matrimonio, si bien su madre es de allí y antes siempre acudía frecuentemente.
Nacido en Madrid, el cabo Alberto Guisado tenía de 35 años y residía en Villaseca con su mujer y su hija de tres años. Ingresó en el Ejército hace 16 años y desde 2007 pertenecía al batallón de Intervención en Emergencias de la UME. Su féretro fue trasladado desde el Instittuo Anatómico Forense de Cáceres a la base de esta unidad militar en Torrejón de Ardoz, donde tuvo lugar el funeral al que asistió el ministro de Defensa, Pedro Morenés.