El próximo sábado, día 24 de junio, a las 11:30 horas, con acceso gratuito para todos los asistentes, el Museo de Santa Cruz de Toledo ofrece la última oportunidad para escuchar la historia, conocer las características, saber cuál era su funcionalidad y conocer todas las hipótesis de trabajo relacionadas con las dos estelas de guerrero encontradas en las localidades toledanas de Las Herencias y La Estrella. Los comentarios son realizados por personas expertas, arqueólogos pertenecientes al grupo «Proyecto BHIT Estelas Toledanas», perteneciente al Área de Historia de la Facultad de Humanidades de Toledo (Universidad de Castilla la Mancha).
Esta es la segunda edición de la «Pieza del mes» que ha tenido lugar a lo largo de junio, una actividad financiada por la asociación «Museo de Santa Cruz, ¡Vivo!» en colaboración con el propio museo.
El Santa Cruz expone en su patio renacentista dos estelas. Una de ellas -la de menor tamaño- es la denominada «Herencia I», hallada a finales de la década de los 70 en esta localidad ciudadrealeña en una finca agrícola y hecha sobre cuarcita. La de mayores dimensiones, de pizarra, fue encontrada por Antonio Gutiérrez del Mazo en marzo de 2015 en el municipio toledano de La Estrella.
Los arqueólogos Ángela Crespo y Sergio Isabel, encargados de exponer al público sus características, contaban hace unos días a encastillalamancha.es que no existen certezas sobre su funcionalidad, solo hipótesis. Algunos estudiosos las asocian al mundo funerario, otros creen que pudieron emplearse como marcadores de territorio, mientras que los hay que consideran que sirvieron para marcar rutas comerciales o de trashumancia, dado que muchas han aparecido en zonas de caminos o de pastos.
Lo que sí es común a todas ellas es la representación de una figura humana, de un guerrero, acompañado de utensilios como el escudo –considerado el elemento más importante-, la espada o la lanza. En las estelas expuestas en el Museo de Santa Cruz se puede apreciar –según las explicaciones ofrecidas por los arqueólogos- la evolución que sufrieron estas piezas. «En las primeras la propia losa hacía las veces de guerrero y dentro solo aparecían sus armas. Posteriormente se empezó a grabar dentro de la losa al guerrero junto a sus armas e incluso, más adelante, se representaron también el carro y los caballos», todo ello respetando siempre la posición natural. Del mismo modo, y en sintonía con esta evolución, el casco del guerrero de la estela «Herencia I» tiene forma cónica, por la influencia atlántica y centroeuropea, mientras que el de La Estrella ya presenta un casco de cuernos, de influencia mediterránea tras la llegada a la Península de civilizaciones como la fenicia o la griega.
En la provincia de Toledo han sido localizadas seis estelas de guerrero, un total de 120 en el sureste de la Península y es que la zona sur del valle del Tajo es un lugar en el que han aparecido muchas. También en otros sitios de paso como Tarragona.