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martes, 26 de noviembre de 2024
Número especial de 60 páginas de encastillalamancha.es - 22 junio 2017

El Corpus de Toledo mantiene su esencia procesional más clásica conjugada con las gafas de sol, las latas de refrescos y los seminaristas pegados a su teléfono móvil. Una mezcla que solo es posible en las engalanadas y medievales calles de la capital regional y en esta preciosa fiesta de Interés Turístico Internacional.


Porque Toledo mantiene su esencia. Su esencia encumbrada en su fiesta grande, el Corpus Christi. Su tradicional cortejo procesional, representado por los colectivos religiosos, civiles y militares, recorre las calles más históricas del casco. Pero en pleno 2017, los retazos de modernidad se dejan ver con peinados de vanguardia, gafas de sol con saltones colores y teléfonos móviles en lo alto, para que ningún detalle de esta amada fiesta de los toledanos se quede sin capturar.

Una procesión de solemnidad en el Corpus de Toledo

Lo cierto es que nada escapa al siglo XXI, en una procesión donde la solemnidad sigue estando presente y los elementos propios de nuestra época tintan de modernidad la clásica procesión. Si ahora el cortejo procesional va acompañado con botellas de plástico para intentar aguantar el sofocante calor, difícilmente el cortejo procesional iría en el siglo XVII con botillo en mano.

Salía a las 12 del mediodía la Custodia por la Puerta Llana, la que no tiene ningún escalón, de la Catedral Primada de Toledo. Con un calor abrumador, los toledanos esperaban su paso en los distintos puntos del recorrido, abanico en mano, a su querida y resplandeciente Custodia de Arfe.

El olor a tomillo e incienso impregnaba las calles Cardenal Cisneros y Comercio por las que la Custodia de Arfe, que data de entre 1515 y 1523, se adentraba para que antes de las 12:30 hiciese su triunfal entrada en la plaza de Zocodover, donde miles de toledanos esperaban su llegada.

Allí, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, pronunció su sermón ante las atentas y acaloradas gentes que disfrutan del Corpus Christi de Toledo. Citando al Papa Francisco, ha dicho que todos los cristianos se tiene que preocupar por las necesidades del prójimo.

Con altísimos temperaturas, los toledanos intentaban superar el intenso calor al son de los abanicos. Ni la ola que hace sudar la gota gorda ha hecho que los toledanos se pierdan el mínimo detalle de la fiesta grande de la capital regional.

Cerca de las 14 horas, la Custodia alcanzaba la plaza del Ayuntamiento y volvía a encarar la calle del Cardenal Cisneros  para llegar de nuevo su cobijo a través de la Puerta Llana.

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