Hoy, jueves, se han entregado en la Subdelegación del Gobierno de Toledo las 135.000 firmas que una ciudadana, Carmen Córdoba, ha recogido a través de la plataforma Change.org en contra de una tradición medieval denominada «correr los gansos» que se celebra en la localidad toledana de El Carpio de Tajo.
La fiesta, que tiene lugar el 25 de julio en honor a Santiago Apóstol, consiste en decapitar a estos animales desde un caballo a la carrera, para lo cual se colocan dos palos altos en el centro de la plaza del municipio que se unen por una soga donde se ata por las patas a una serie de gansos previamente sacrificados.
Esta práctica se realiza con jinetes a caballo enjaezados que, uno a uno, tratan de arrancar sus cabezas con la mano al pasar por debajo de los animales.
Córdoba ha asegurado a Efe que el objetivo de esta petición es «sustituir la parte cruenta de la fiesta», es decir, a los animales, por cualquier otra cosa como, por ejemplo, una vasija o un pañuelo.
En este sentido, ha pedido a los vecinos de El Carpio «que evolucionen de una vez, que dejen a los animales tranquilos y que no se banalice su maltrato, ni entre adultos ni entre niños».
La impulsora de esta petición ha asegurado que hay muchísimas personas «hartas de tener que dejarse la piel para hacer entender a muchas otras que hay otras opciones para divertirse», como leer o viajar, en lugar de utilizar la sangre como motivo de festejo «porque no hay necesidad».
Córdoba inició esta petición en julio de 2016, unos días antes de la celebración del año pasado, y hasta la fecha ha recogido 135.000 firmas, «reflejo de una sociedad evolucionada que pide a gritos que las fiestas sean sin animales, que se les respete y que nos quitemos el título que tenemos de Campeones de Europa en maltrato animal», ha sentenciado.
También ha señalado que esta práctica «viola la declaración de derechos de los niños de 1959 de crecer con un espíritu compasivo, de empatía, de libertad y de respeto hacia otros seres vivos» y que durante su desarrollo están presentes «familias enteras en las que hay niños, que luego ven el maltrato como algo normal».
Según la impulsora de la petición, «son cosas que saben y a las que están haciendo caso omiso», cuando «no les cuesta nada sustituir el animal por un objeto».
Asimismo, ha indicado que la recogida de firmas ha dado la vuelta al mundo y hasta en periódicos de Irlanda se han hecho eco de esta noticia, «por lo que depende de ellos querer seguir siendo o no vergüenza mundial».
«Se escudan en que es una tradición, pero también lo era desmembrar hombres con caballos y quemar brujas y eso cambió», ha recordado Córdoba, quien ha añadido que se sentiría «muy contenta» si esta petición saliera adelante y que, de lo contrario, seguirá presionando y denunciando esta práctica.