Unas 500 personas se concentraron ayer en la plaza de Alcaudete de la Jara (Toledo) para pedir que se vayan los ocupantes de unas viviendas situadas en una urbanización vacía, que participaron en un altercado con vecinos del municipio. La concentración, que se desarrolló en medio de una importante presencia de agentes de la Guardia Civil, tuvo un momento de especial tensión cuando uno de los ocupantes de las viviendas se encaró con los concentrados. Los concentrados intentaron llegar hasta él, lo que fue impedido por los agentes de la Guardia Civil.
Durante la concentración se leyó un manifiesto en el que se dio a conocer que se ha creado una plataforma a través de las redes sociales y se ha advertido que en las casas de la urbanización vacía «se han establecido familias que han acabado con la tranquilidad del pueblo».
La concentración se llevó a cabo después de que un altercado entre dos familias provocara enfrentamientos el martes por la noche entre los vecinos y los ocupantes de una casa de una urbanización vacía hasta que la Guardia Civil recuperó el control e impidió que la tensión fuera mayor.
El alcalde de la localidad, José Antonio Farelo, explicó que lo sucedido se temía «desde hace mucho tiempo» debido a que hay una urbanización vacía, de nueva construcción, que no tiene propietarios y cuyas viviendas han sido «fácilmente» ocupadas por otras personas llegadas a la localidad.
Así, a última hora de la tarde del martes una familia de Alcaudete de la Jara tuvo un enfrentamiento con una de las familias que vivía en una de las viviendas vacías de la urbanización y, según el alcalde, fueron agredidos una mujer y su hijo.
Buena parte de los vecinos del pueblo se encontraban en ese momento en el pabellón de fútbol sala, situado al lado de la urbanización, y al enterarse de lo ocurrido «intentaron pedir explicaciones a los agresores».
Según el alcalde, se vivieron momentos «de mucha tensión» hasta que los supuestos agresores se parapetaron en una de las viviendas vacías, que fue rodeada por «numerosos» vecinos de Alcaudete hasta que llegaron los agentes de la Guardia Civil.
La Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha confirmó que la Guardia Civil logró recuperar el control de la situación e impidió que la tensión «fuera a más» y añadió que al lugar se desplazaron «varias» dotaciones de agentes.
Se presentaron denuncias por amenazas e insultos pero no hubo detenidos y la investigación por los incidentes está abierta, según la Delegación del Gobierno.