Unos 300 vecinos de Navalcán (Toledo) vibraron en la Casa de la Cultura municipal con la final olímpica disputada por la selección española de waterpolo frente a Estados Unidos, y, pese a la derrota por 5 a 8, dedicaron una larga e intensa ovación a su paisana, la jugadora Pilar Peña.
Los asistentes iban equipados con banderas de España y hasta con gorros de waterpolo, y estuvieron muy atentos a la pantalla gigante donde se ha visto la retransmisión.
Durante el partido, se corearon el nombre de Pili y hubo vítores y aplausos que subían de intensidad cada vez que la jugadora con el número ocho intervenía y realizaba lanzamientos a portería, aunque en esta ocasión no logró anotar.
El buen ánimo solo sufrió un descenso de intensidad en el tercer cuarto, cuando España encajaba un parcial de seis goles de Estados Unido frente a cero, aunque, pese a que la remontada fue imposible, los aplausos volvieron al final cuando las chicas del waterpolo español conquistaron la plata.
En las primeras filas se ubicaron sus dos abuelas, Aurelia y Eulalia, y su abuelo, Pepe. Este contó a Efe el orgullo que siente por su nieta, de quien ha destacado su «ilusión, entusiasmo, empeño, decisión y voluntad».
«Ir a las Olimpiadas era su sueño, y no solo lo ha cumplido, sino que se trae una medalla. Es un orgullo para su familia, para Navalcán y para toda España», ha indicado su abuelo materno, que apunta que «nadie esperaba que llegaran tan lejos».
Los abuelos de Pilar Peña, y también el alcalde del municipio, Manuel Arroyo, esperan que la deportista pueda acudir la próxima semana a Navalcán, que estará inmersa en sus fiestas patronales, aunque no saben aún si sus compromisos se lo permitirán.
El primer edil ha asegurado que rendirán homenaje sencillo y emotivo a Peña si finalmente puede desplazarse al municipio, y ha mostrado su optimismo para el futuro: «en cuatro años, para los Juegos de Río de Janeiro, vamos a tener un superequipo».