Fernando está desaparecido desde el pasado martes 11 de julio, tras pasarse por una sucursal banca de Cedillo del Condado a sacar dinero. El justificante de pago lo dejó en casa, al igual que la ropa y a su gato. La madre se extrañó de que pasara la mañana y su hijo no le hubiera dicho algo, como siempre solía hacer sobre sus quehaceres. A partir de ahí comenzaron las llamadas, los whatsapps y las intentonas de contacto. Quizá habría apagado su móvil para desconectarse un poco…
La madre de Fernando había recibido un último whatsapp, pero Raquel, la hermana, que también lo leyó sacó una conclusión: “Ese mensaje no parecía que lo hubiera escrito Fernando”. A partir de ahí, el contacto se desvaneció.
Tras menos de 48 horas consiguieron saber hacia dónde había ido
Pasaron las horas, llegó el miércoles y Fernando seguía sin dar señales. Los nervios empezaron a estar presentes y Raquel, que vive en Alcorcón, recibe una llamada de su madre: “¿me llevas a Cedillo?”. Hasta allí fueron ambas, a la casa de Fernando, en la que ya no estaba y eso se notaba por algo muy sencillo: el gato, maullaba. Pasaron para comprobar si se había ido, si había algo escrito, si se había llevado ropa… Nada. Todo estaba tal cual.
“Fernando preparaba todo antes de irse”, explica su hermana, tras atender nuestra llamada pidiéndole que nos explique la situación. Pero en la casa no parecía que se hubiera ido, siquiera. La ropa seguía donde estaba y el gato, en la cocina. A partir de ahí, la inquietud familiar empieza a salir a luz con un único objetivo: saber dónde está Fernando, dónde ha ido y por qué se ha ido así.
El recibo del banco, al que fue a retirar dinero el día de su desaparición, estaba allí, en la cocina, quizá fruto de un descuido. Al día siguiente, jueves 13, la familia se traslada a la comisaría de Alcorcón para formular la denuncia por desaparición. El joven, de 37 años, seguía sin dar señales, con el teléfono apagado y sin haber muchas pistas por seguir, para adivinar dónde habría ido.
[ze_summary text=»En su vivienda de Cedillo no había señales de que hubiera salido para mucho tiempo»]En su vivienda de Cedillo no había señales de que hubiera salido para mucho tiempo[/ze_summary]
“Pensábamos que podría tener problemas de trabajo, pero luego llamamos a la empresa y nos dijeron que no, que estaban contentos con él y que seguía allí”, relata Raquel. Ella empezó a tirar del hilo por un único deseo: encontrar a su hermano.
Como en toda investigación, se necesita tiempo, pruebas, testigos… Raquel consiguió enterarse de que su hermano subió en un autobús, primero dirección Plaza Elíptica (Madrid), y luego dirección a Quintana del Puente, una localidad palentina hasta ahora desconocida para la familia. «¿Qué hacía Fernando en un autobús?», se pregunta la propia Raquel, y ¿por qué a Quintana del Puente?
Cuando la familia conoce una primera localización del desaparecido, y con la ayuda de las redes sociales y las ONG de ayuda en estos casos, así como con la colaboración policial, se establecen unas prioridades de búsqueda que, según relata la propia Raquel en su Facebook, donde ha colgado fotos de su hermano para ayudar a reconocerle, se extienden a Santander, Burgos y San Sebastián.
La Estación de Autobuses de Quintana del Puente también tiene “dársenas internacionales” con viajes a otros países. ¿Fernando estará dentro o fuera de España?
A las 19:00 horas del martes, Fernando llegó a Quintana del Puente para después seguir en autobús hacia París. Compró un billete de ida y vuelta para ese miércoles, aunque la vuelta estaba abierta. La familia consigue saberlo porque hubo un control rutinario de seguridad que permitió identificar al joven que más tarde se archivó, ya que la denuncia aún no se había puesto. Se trasladaron el pasado sábado 15 hasta la localidad palentina tras parar en Madrid. Fernando estuvo en el autobús, y el conductor del vehículo también lo confirmó. «Sí sabemos que realmente subió en ese autobús», relata Raquel.
«Dudamos que se haya ido voluntariamente», señala Raquel. «No había salido antes del país ni sabe idiomas ni nada… alguien tiene que ir con él», destaca la hermana. El aviso de desaparición también ha llegado a la capital francesa, tras varios días centrando la pista en nuestro país. El móvil permanecía apagado constantemente.
«En el momento en el que él se identifique otra vez con su DNI saltarán los avisos y podremos saber dónde está», cuenta su hermana. Hasta entonces, solo dudas. Ir a París a buscarle, como ya fueron a Madrid y a Quintana del Puente, es como ir a buscar «una aguja en un pajar». «Necesitamos colaboración ciudadana tanto allí como aquí», relata.
«Nunca ha salido al extranjero… tengo ratos en los que se me pasa por la cabeza irme hasta allí»
Para la familia es «imposible» que haya salido fuera para «buscar una nueva vida», ya que consiguieron saber el dinero que había llevado consigo Fernando. «Por algún lado se ha tenido que dejar ver… alguien le ha tenido que ver porque el aviso se está difundiendo», explica Raquel. Su teoría es que esté con alguien, porque si no el registro en algún hotel o albergue habría saltado. Realmente no saben si está en Paris o desde allí empezó un periplo hacia otro rincón del mapa.
La familia ha conseguido contactar con la Embajada de España en París para conseguir que avancen las pesquisas sobre la búsqueda del toledano, pero de momento no se sabe nada de él. Los nervios siguen presentes en la familia, que sabe que las investigaciones se llevan a cabo para encontrar a Fernando. «Mi madre se hace muchas preguntas, mi padre también siente gran responsabilidad», cuenta la hermana.
Ha pasado casi una semana desde que Fernando Cobo desapareció de su vivienda en Cedillo del Condado rumbo a algún lugar, con alguna persona -según la versión que defiende la familia- que haya empujado al joven a emprender el viaje.
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