En el mes de junio los arqueólogos hacían bajo la calle Navarro Ledesma de Toledo, en la plaza de Amador de los Ríos del Casco, un importante descubrimiento: una estatua romana de aproximadamente un metro de longitud de la que han llegado hasta nuestros días tanto el torso como parte de sus extremidades.
La página de Facebook del Consorcio muestra ahora -a través de una serie de vídeos- cómo fueron los minuciosos trabajos para el traslado de esta pieza arqueológica, que actualmente se encuentra en un depósito del Consorcio y que en las próximas semanas acabará en el Museo de Santa Cruz de Toledo para su limpieza y estudio.
La estatua, que pesa más de 100 kilos, podría datar del siglo I al IV d.C. y ser uno de los ornamentos que decoraban el gran complejo termal que en la antigüedad se edificó en Toledo
En su traslado, que tuvo lugar el pasado 15 de julio, estuvo presente un técnico especialista de escultura romana llegado de Murcia, así como los ganadores del concurso que organizó el Consorcio en Facebook para invitar a dos personas a asistir a este momento, Gonzalo y Ángel.