Mar G. Illán
Solo quedan unas horas para que finalice la consulta de Podemos a sus bases en Castilla-La Mancha. Sabremos entonces si respaldan o no el acuerdo al que su secretario general, José García-Molina, ha llegado con el presidente de la Junta, Emiliano García-Page: aprobar los Presupuestos para 2017 y entrar a formar parte de su Gobierno, con dos puestos en él.
El resultado mantiene en vilo no solo a Podemos sino también a los socialistas, que están practicando una neutralidad premeditada y extrema con respecto a las dos posiciones que se debaten en la consulta. Se enfrentan las llamadas dos almas de Podemos: el Sí y el No. Gobernar con el PSOE o acuerdos puntuales y oposición permanente. Pablo Iglesias versus Teresa Rodríguez y Miguel Urbán. José García Molina versus David Llorente. Hasta el PP se queda prácticamente al margen y limita su aportación al debate sobre al proceso a su consabido «pacto entre radicales en Castilla-La Mancha».
Sin embargo, en casa Podemos las cosas están que arden. La pregunta ha enfadado a buena parte de las bases, por considerarla enrevesada y trampa. Juzgad por vosotros mismos: “¿Crees que Podemos CLM debería votar sí a los Presupuestos si con un acuerdo de Gobierno se garantiza la puesta en marcha y el control de políticas propias como Renta Garantizada o el Plan de Garantías Ciudadanas?”.
Campaña dura y denuncias de manipulación en la consulta de Podemos
La campaña está siendo dura, con implicación de líderes nacionales y denuncias de manipulación de los del No a los del Sí. El último, ni más ni menos que el líder jornalero andaluz Diego Cañamero, cuya imagen se había utilizado a favor del Sí, lo que ha denunciado públicamente en su cuenta de Twitter:
Denuncio esta manipulación. Estoy por un Podemos no subalterno al PSOE. Las consultas se ganan con juego limpio. #ConsultaPodemosCLM pic.twitter.com/IYYKFMrWNj
— Diego Cañamero Valle (@DcaValle) 23 de julio de 2017
Muchas incógnitas
A pocas horas de que finalice la consulta de Podemos pocas cosas se saben ciertas. Aunque, en mi opinión, algunas son evidentes, sea cual sea el resultado:
- La pregunta se las trae y más parece sacada del manual de la política más arcaica que de la nueva.
- Hay una gran movilización en la organización con el asunto de si Podemos es socio o muleta del PSOE.
- Si hubiera habido dos preguntas, se intuye por lo que se lee en las redes sociales, que si hubiera habido dos preguntas probablemente la de aprobar los Presupuestos hubiera sido un contundente sí y la de entrar en el Gobierno casi seguro un potente no.
- Todo apunta a que precisamente por eso Molina no ha hecho dos preguntas, si no una, ya que su aspiración de entrar en el Ejecutivo viene de atrás, aunque la desdeñó al inicio de la legislatura.
- La fractura que se consolida en Castilla-La Mancha entre Molina y Llorente tiene pinta de abrir la grieta que Vistalegre II parecía haber cerrado entre Iglesias y los Anticapitalistas.
- Castilla-La Mancha es un primer ensayo, sin quererlo, que puede arrastrar o cerrar definitivamente la puerta a las coaliciones de gobierno entre el PSOE y Podemos. Para esta legislatura o para la próxima en ayuntamientos, comunidades autónomas y quién sabe si en el Estado.
- Es imprevisible qué pasará si sale el No, porque no parece haber Plan B.
- Nadie se explica si los dos diputados de Podemos estaban de acuerdo en los Presupuestos -los que se acaban de aprobar son prácticamente iguales que los que se rechazaron- por qué votaron que no el 7 de abril.
- ¿Tendrá que intervenir David Llorente en todos los puntos de todos los Plenos de las Cortes de Castilla-La Mancha una vez que Molina sea vicepresidente, si sale el sí?
El tortuoso camino de los Presupuestos de 2017
De momento, la participación está siendo alta. En menos de 24 horas sabremos qué puerta ha cruzado la consulta de Podemos, si la del Sí o la del No y si el 31 de agosto se acaba o no el largo y tortuoso camino de la aprobación de los Presupuestos de Castilla-La Mancha para 2017. La ruta de las cuentas públicas se inició en septiembre de 2016 con la aprobación del techo de gasto y aún no ha terminado.
Solo una semana después, el 26 de septiembre, Podemos rompía con el PSOE. En enero de 2017 las aguas parecieron volver al cauce de la negociación y se anunció un nuevo acuerdo. Por sorpresa y sin previo aviso, el 7 de abril Molina decidió que votaría que no en el Pleno y, una hora antes, ordenó a Llorente cambiar el voto previsto, según relato el diputado de Anticapitalistas.
Ardió Troya entre el PSOE y Podemos. En junio el Gobierno empezó a negociar con el PP y fracasada esta vía el asunto se cerró con Podemos dando entrada a Molina en el Ejecutivo como vicepresidente segundo. Pronto sabremos si es éste el final de la historia.