El enfermero del Hospital General Universitario de Ciudad Real, Rubén Bernal ha conseguido la máxima calificación, sobresaliente Cum Laude en la investigación de su tésis doctoral, en la que plantea un estudio sobre «Modelos comportamentales para la evaluación y el manejo del dolor en personas con discapacidad intelectual». El proyecto ha sido considerado, conforme indica la Consejería de Sanidad, como el más importante en este ámbito en nuestro país, así como uno de los cinco más completos a nivel internacional.
Rubén Bernal ha tratado de establecer en su trabajo una evaluación de la relación entre las características de una persona con discapacidad, así como sus cuidadores o el ambiente en el que se convive, con el grado de identificación y tratamiento del dolor. También trata de evaluar los modelos utilizados por los cuidadores y los indicadores de las dolencias del paciente.
Según matiza Bernal, hasta ahora los métodos utilizados para la evaluación de estas personas con discapacidad intelectual eran los «autoinformes», a pesar de que estos eran únicamente válidos en aquellas personas con suficientes habilidades de comunicación, así como aquellos que estiman la prevalencia del dolor en base a las informaciones de familiares «y los métodos basados en la observación conductual estructurada», según explica el propio autor de la tesis.
Más de 430 cuestionarios para evaluar y 132 usuarios participaron en la investigación
Para la investigación que se ha llevado a cabo, se diseñó un estudio Multicéntrico Transversal Comparativo, en colaboración con la Fundación Tutelar de Castilla-La Mancha (FUTECAM). En dicho programa participaron un total de 132 usuarios de centros de día, centros ocupacionales, residencias y viviendas con apoyo en Ciudad Real. En total se han respondido 430 cuestionarios que conforman la muestra de la investigación. Las variables que se han tratado en el estudio están relacionadas con los informantes, así como con el ambiente y los factores clínicos. Además, se incluyen los modelos comportamentales para identificarlos y analizarlos.
[ze_summary text=»Existen dificultades para diagnosticar y tratar este tipo de enfermedades»]Existen dificultades para diagnosticar y tratar este tipo de enfermedades[/ze_summary]Estas circunstancias hacen necesario el establecimiento de unas estrategias de intervención específicas en estos tratamientos, para evitar el dolor. En ello incide el posible enmascaramiento de síntomas, las dificultades de comunicación y otros problemas que pueden marcar complejidades a la hora del manejo y la evaluación del dolor, según se ha establecido en la investigación recientemente presentada y defendida.
Los resultados presentados evidencian que la presencia de dolor en personas con discapacidad intelectual, al igual que la gravedad, estarían «infravaloradas» en comparación con la población general. De este modo, la tasa de administración de analgésicos es inferior: más de la mitad de las personas con presencia de dolor no habrían tomado analgésicos, según se incorpora en la tesis.
Fundamental elaborar nuevos protocolos asistenciales
Según el propio investigador al que se le concede el máximo reconocimiento, el objetivo principal para establecer nuevas evaluaciones y abordajes de los síntomas en estas personas es «demostrar la necesidad de que cualquier cambio en la conducta de una persona o la aparición de una conducta problemática debe llevar aparejada una evaluación física». Por lo tanto, es necesario establecer protocolos asistenciales para fomentar la sensibilización en todo el campo de la discapacidad, mediante una formación específica, según ha explicado el nuevo Doctor.