En la madrugada del 27 de julio, en torno a las 0:35 hora local se registró una impresionante bola de fuego que pudo ser vista desde gran parte del país. El fenómeno fue captado por los detectores que la Universidad de Huelva opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo).
Estos detectores trabajan en el marco del proyecto Smart, cuya finalidad es monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
El análisis llevado a cabo por el profesor José María Madiedo (Universidad de Huelva), investigador responsable del Proyecto Smart, ha revelado que el evento se produjo como consecuencia del impacto contra la atmósfera de un fragmento desprendido de un asteroide.
[ze_summary text=»La velocidad de entrada en la atmósfera fue de 54.000 kilómetros por hora»]La velocidad de entrada en la atmósfera fue de 54.000 kilómetros por hora[/ze_summary]La velocidad de entrada en la atmósfera de dicho fragmento fue de unos 54.000 kilómetros por hora. Eso provocó que el material se volviese incandescente, generándose así una espectacular bola de fuego que se inició a una altitud de unos 80 kilómetros sobre la provincia de Toledo.
Esa bola de fuego avanzó rápidamente en dirección noroeste hacia la Comunidad de Madrid, alcanzando una altitud final de unos 45 kilómetros sobre la localidad madrileña de Pelayos de la Presa. El evento fue grabado también desde las estaciones de registro que Smart opera en el observatorio de Calar Alto (Almería).