Han sido varios meses de investigación, pero al final el grupo criminal ha caído. La Guardia Civil ha desarticulado a la banda que asaltó un camión de reparto y cuyo botín fue de 6.500 euros en efectivo. La operación Musaka ha acabado con seis personas detenidas, cuatro hombres búlgaros de entre 25 y 65 años y dos mujeres rumanas de 22 y 27 años. Entre ellos, el encargado del almacén y de la programación de las rutas del repartidor que fue asaltado, quien facilitó a sus compinches la hora de llegada y salida de cada uno de los establecimientos y el itinerario exacto que iba a realizar.
Un grupo criminal formado por seis personas
Fue a principios de año cuando comenzó la operación, a raíz de una llamada telefónica que recibió la Guardia Civil desde un establecimiento de Albalate de las Nogueras, en la provincia de Cuenca, cuando un hombre comunicó que había entrado un joven extranjero, que iba muy nervioso y pidiendo auxilio tras haber sido víctima de un robo, quien resultó ser el repartidor de una empresa dedicada a la distribución de alimentación con sede en Gandía.
Y contó que mientras hacía la ruta de reparto con su furgón observó cómo un vehíulo de gran cilindrada le adelantó cruzándose en la carretera y obligándole a parar de forma brusca para evitar la colisión. Momento en el que se bajaron del turismo dos hombres, se dirigieron hacia él y tras abrir la puerta del furgón le amenazaron con una pistola y se apoderaron de un bolso de mano donde llevaba 6.500 euros de la recaudación de los repartos que había realizado hasta ese momento, además de llevarse dos teléfonos móviles y la documentación personal.
La investigación condujo a una serie de indicios que hicieron pensar a los agentes que el robo no se había producido al azar, sino que había sido consecuencia de una planificación en la que se tenía la información necesaria sobre la víctima, la ruta de reparto y sus costumbres, lo que llevó a los atracadores a «dar el palo» en una carretera poco transitada.
Por lo que a principios de mayo se realizaron dos registros, uno en una casa de Las Pedroñeras y otro en una de Iniesta, donde se incautaron cinco terminales telefónicos y una defensa extensible, deteniéndose a cuatro personas: los dos hombres que asaltaron el furgón y dos mujeres implicadas en los hechos.
Días más tarde se detuvo al encargado del almacén donde trabajaba la víctima y al propietario de un establecimiento comercial situado en la provincia de Guadalajara, quien estaba compinchado con ellos porque les facilitaba los horarios de reparto de la víctima y facilitaba las horas de entrada y salida de su local.