Entrepeñas y Buendía almacenan en estos momentos poco más de 293 hectómetros cúbicos de agua. Han leído bien, sí, porque esa cantidad corresponde al 11,9 por 100 de su capacidad total. Con 15 trasvases más de 20 hectómetros cada uno, como los que se han hecho sin parar, uno detrás de otro, durante los últimos tiempos, en los embalses de cabecera del río Tajo no iba a quedar ni el cieno en apenas 15 meses. Inaudito, ¿verdad? Pues es real como la vida misma. Y el agua no ha desaparecido ni por una invasión de alienígenas ni porque haya un indescifrable Expediente X sobre la mesa, no… El agua ha desaparecido y todo el mundo sabe cómo ha sido.

Entrepeñas y Buendía, un vaso de agua en medio de una piscina olímpica

Si tenemos en cuenta que con Entrepeñas y Buendía a tope habría nada menos que 2.453 hectómetros cúbicos de agua embalsada, los paupérrimos 293 son como un vaso de agua en medio de una piscina olímpica. Y ahora que le echen la culpa a la sequía y a lo que cada uno quiera, pero la triste realidad es que ese agua se ha ido esquilmando día a día, mes a mes, año tras año sin que nadie haya podido poner coto a tal desvarío, que es lo que es esta temeridad que parece que ha tenido fin cuando el Gobierno central ha decidido poner fin, de momento, al trasvase ¡¡¡porque no hay hada que trasvasar ya!!!

A buenas horas…

Y llegamos a situaciones tan esperpénticas como la que les contábamos hace unos días: en el pueblo de Mantiel, en la provincia de Guadalajara, justo al pie del pantano de Entrepeñas, el ayuntamiento ha tenido que colocar un cartel en el que pide a sus vecinos que sean comedidos en el uso del agua porque hay escasez. Sería para tirarse por el suelo muertos de risa si no fuera porque es más bien una historia de miedo.

Se lo han quitado, el agua, durante años delante de sus narices y ahora piden que no se pasen. Estrambótico es poco.

En el otro lado del planeta se sitúa el Sindicato de Regantes, en el Levante, cuyo presidente dijo también hace unos días que acabar con el trasvase Tajo-Segura sería «una locura de magnitud astronómica».

Y luego se fue a ver la película «Muertos de risa»…

@CesardelRioPolo

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