Este año no habrá actos oficiales de homenaje a Marina y Laura, y sus familias recordarán en la intimidad a las jóvenes. Como hará la de Laura asistiendo a la misa de recuerdo que se oficiará en Jábaga (Cuenca), donde residen.
Y tal vez María Chamón, la madre de Laura del Hoyo, visite el memorial inaugurado en su recuerdo el pasado año, durante el homenaje que el Ayuntamiento y los vecinos de Cuenca rindieron a las dos muchachas en el Paseo del Huécar.
Dos años después de los crímenes las familias de Laura y Marina afrontan el segundo aniversario con la vista puesta en la celebración del juicio, con jurado popular, que sentará en el banquillo a Sergio Morate el 23 de octubre en la Audiencia Provincial de Cuenca.
Morate es el supuesto asesino de las dos jóvenes y para él la Fiscalía de Cuenca pide 48 años de prisión .
Las familias esperan que el juicio acabe con «la pena máxima para el asesino» y sirva para hacer «justicia», como ha reclamado María Chamón cada vez que ha tenido ocasión, y ha reiterado a Efe el primo de Laura, Luis Javier Chamón, que confía en «una sentencia ejemplar y justicia».
Octubre deparará días difíciles para las familias de Laura y Marina por la celebración de un juicio que desean que llegue pero al que también esperan con «cierto temor» por el hecho de encontrarse en la misma sala con la persona que asesinó a sus hijas, ha apuntado Chamón.
«Ante el hecho de perder un hijo o una hija por una enfermedad tal vez no queda más remedio que la resignación, pero perderlo de esta forma…». Se queda sin palabras Luis Javier Chamón en un intento de mostrar lo incomprensible de todo lo que sucedió dos años atrás.
Los días 19 y 20 de octubre, previos al juicio, se elegirá a puerta cerrada los miembros que constituirán el tribunal del jurado.
Durante el juicio se deberá determinar si, tal como defienden las diversas acusaciones personadas en la causa, Sergio Morate ideó y ejecutó un plan para acabar con la vida de su expareja Marina, a la que, según consta en el auto, citó en su piso con la excusa de devolverle sus objetos personales.
Marina llegó al domicilio acompañada de Laura por el temor que sentía hacia Sergio y ya nadie volvió a ver con vida a las dos amigas.
Todo comenzó el 6 de agosto con la desaparición de las jóvenes. Y pocos días después, el 12 de agosto, aparecieron sus cadáveres semienterrados en cal viva junto a una poza del río Huécar.
El mosaico que recuerda a Laura y Marina en el Paseo del Huécar incluye un mensaje con la palabra ‘Paz’, la que no encuentran sus familias, con infinidad de preguntas sin respuesta y todas sus esperanzas depositadas en que se haga justicia.