Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha ha criticado la desaparición de las ayudas al cooperativismo y consideran que la derogación de la Orden que las regulaba es «un nuevo varapalo» al sector agroalimentario de Castilla-La Mancha.
En un comunicado de prensa, Cooperativas Agroalimentarias se refiere a la derogación de la orden que establecía las bases de las ayudas para la mejora de las estructuras asociativas agrarias en Castilla-La Mancha, publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el pasado 10 de agosto.
A juicio de esta organización, la derogación de la orden es «un nuevo varapalo» para el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha porque desaparecen las ayudas a los procesos de concentración empresarial mediante la realización de fusiones entre cooperativas, la constitución de cooperativas de segundo grado y la creación de consorcios de comercialización.
También desaparecen las ayudas a la profesionalización de las cooperativas, a la presencia en ferias y realización de estudios, a la implantación de normas de calidad y la realización de auditorías, y a la creación de secciones de cultivo en común para mejorar la eficiencia en la gestión de explotaciones.
Asimismo, desaparecen todas las ayudas a las entidades asociativas representativas del cooperativismo, según la nota de Cooperativas Agroalimentarias que tacha de «muy mala» la noticia para el sector cooperativo, que «queda al margen» de las prioridades de la Consejería de Agricultura.
La organización critica que se haya suprimido la única norma que establecía líneas de apoyo específicas para la mejora de la competitividad en el tejido cooperativo agrario regional.
Destaca, asimismo, que la derogación tiene efectos retroactivos ya que las solicitudes de ayuda presentadas desde la última convocatoria de ayudas (diciembre de 2009) se estaban tramitando a expensas de que se publicará la siguiente convocatoria para proceder a su resolución pero ahora han quedado excluidas.
Afecta esta situación a la fusión de las bodegas cooperativas de Graja de Iniesta y Castillejo de Iniesta (Cuenca), de Santa Cruz de la Zarza (Toledo), a las cooperativas de Munera (Albacete), entre otras.