Hasta el 9 de septiembre, Diego Vasallo (Donostia–San Sebastián, 1966) presenta en Guadalajara, en el Museo Francisco Sobrino, su obra plástica más reciente: un repertorio de pinturas de técnica mixta sobre papel o tela en el que pone al descubierto sus pensamientos y sentimientos más íntimos, una muestra que se ofrece al espectador bajo el título «Signos, paisajes, accidentes».
Todos recordarán su exitosa carrera como integrante del grupo Duncan Dhu, pero, más allá de esta vocación de letrista, compositor e intérprete, el público descubrirá una obra de primera calidad, que fluye en paralelo a su producción literaria y que está totalmente alejada de la estética pop de los 80.
En 2002 se presentó al público con su primera exposición individual, «Diario de un «oema», a la que siguieron otras muchas; algunas bajo la cobertura del grupo Lieder, creado junto a Thomas Canet, Rafael Berrio, Joserra Senperena y Suso Saiz.
Sus papeles y lienzos se integran plenamente en el álbum más selecto del arte contemporáneo hispánico, en especial en aquel que hunde sus raíces hasta los conceptos y valores más profundos de la cultura plural que atesoran los pueblos peninsulares. Así, aún pudiendo rastrear en sus composiciones el tenebrismo de los maestros del barroco o las imágenes sugeridas por los místicos en sus meditaciones, la composición del lugar recreada en las pinturas y en las composiciones de Diego remite directamente al informalismo del siglo pasado: a Nicolás Lekuona y a sus collages fotográficos surrealistas; a Eduardo Chillida y a sus formas abstractas en papel; a Jorge Oteiza y a sus volúmenes geométricos quebrados; a Antonio Saura y a sus austeras pinturas informalistas; o a Antoni Tapies y a sus expresivas cruces y grafismos, por enumerar algunos influyentes autores.
El horario de visita a la exposición es de 9:30 a 13:30 horas, martes y sábados; de 16:30 a 20:30 horas, lunes, miércoles, jueves y viernes; y cerrado los domingos y festivos.