La localidad oscense de Sallent de Gállego ha recordado a los guardias civiles José Ángel de Jesús Encinas, talaverano, y a Irene Fernández Perera, asesinados hace 12 años por ETA cuando estalló la bomba lapa adosada a los bajos del vehículo aparcado en la plaza de la localidad. Los padres, miembros de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), representantes políticos como el consejero de Presidencia y Justicia, Roberto Bermúdez de Castro, o el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, han asistido, junto a amigos y compañeros de los fallecidos, a la misa en su recuerdo que ha oficiado el párroco de la localidad, Francisco Aurioles.
El sacerdote ha recordado que la vida de ambos fue «arrebatada de forma prematura e injusta hace 12 años en un hecho que quedó escrito con sangre en la historia» y ha apuntado que también son «cómplices de los asesinos los que justifican la muerte de un inocente».
El párroco ha insistido en que «todos somos víctimas del terrorismo de ETA» y ha considerado que las vidas «injustamente arrebatadas» de Irene y de José Ángel, de 32 y 22 años, «no ha sido estéril» y la prueba de ello, ha dicho, «es el recuerdo tan vivo que permanece después de 12 años».
A la salida de la misa, el padre de Irene, José Antonio Fernández, ha destacado que se trata «de un día más», una jornada que vive «con mucha tristeza» sobre todo porque ves «que lo están tirando de la cárcel y que tú no puedes ver a tu familia nunca más».
Por su parte, el padre de José Ángel, José de Jesús Caballero, ha resaltado que vive esta jornada «como el primer día», porque no es algo que cicatrice, sino «una enfermedad crónica».
De Jesús ha recordado la mañana del domingo 20 de agosto de 2000 como la mañana que asesinaron a su hijo, «que no tenía una enfermedad ni fue víctima de un accidente, sino que fue asesinado estando totalmente sano, y recuerdo cuando sonó el teléfono a las 6:10 de la mañana», ha dicho.
Por su parte, Gustavo Alcalde ha resaltado la figura de estos dos agentes que «dieron su vida por la libertad, la democracia y por España».
Respecto al tercer grado concedido por Instituciones Penitenciarias al etarra preso Iosu Uribetxebarria, ha indicado que las decisiones que toma el Gobierno son «cumpliendo la Ley y el Estado de Derecho» y ha agregado que «tiene que primar la justicia y la ley por encima de consideraciones que podamos tener hacia actos y personas que nos repugnan profundamente».
En este mismo sentido se ha manifestado Bermúdez de Castro, quien ha resaltado que el Gobierno «cumple escrupulosamente la ley», al tiempo que ha mostrado su apoyo a la familia de los dos guardias civiles asesinados en Sallent por ETA y al resto de víctimas del terrorismo.
La delegada de la AVT en Aragón, Ana López, se ha mostrado crítica con la concesión del tercer grado para el secuestrador de Ortega Lara.
«Hoy más que nunca -ha dicho- tenemos que seguir con la memoria y estamos aquí porque hay unos asesinos que han matado a personas y su condena es estar en la cárcel, que es donde tienen que estar, y si se tienen que morir en la cárcel que se mueran».
«Hay muchas personas que han perdido la vida porque ellos (en referencia a ETA) lo decidieron y no hacen más que cumplir la condena y las enfermedades sobrevienen como a cualquier otro», ha agregado, toda vez que ha resaltado que hay mucha gente que padece cáncer y a lo mejor tiene a su familia en Rusia o Argentina «y no pueden reunirse en el momento del fallecimiento».
Por su parte, el alcalde de Sallent, Jesús Gericó, ha asegurado que su recuerdo de aquel día es «más como vecino» y que ambos agentes eran «vecinos de Sallent», sobre todo Irene, «que llevaba más tiempo aquí y fue la primera guardia civil mujer que tuvo la localidad».
El homenaje a los dos guardias civiles ha concluido con una ofrenda de flores en recuerdo de los dos agentes asesinados hace doce años.