La Junta vive su primer día tras la supresión de los 672 puestos de trabajo que provocó el encierro de los representantes sindicales en la Consejería de Administraciones Públicas ya que, según denunciaron los sindicatos, no hubo negociación. Un día que deja una sensación poco agradable. «Nos encontramos mal», comentaba el representante de Función Pública de UGT, Miguel Guerra, quien puntualizaba que, a partir de ahora, «las condiciones de trabajo se van a ver afectadas».
A ello se suma la sensación de malestar porque «no ha existido negociación colectiva» y han sido decisiones que «carecen de criterios técnicos».
Los representantes sindicales lo han ido anunciando durante todo este proceso, algunos servicios se van a ver mermados y la calidad va a bajar. Habrá casos como Agricultura, Dependencia o Cultura donde la prestación de servicios se verá afectada, sobre todo a partir de septiembre cuando la Administración vuelva a funcionar plenamente tras el parón vacacional.
Guerra recordaba que ya había incluso bibliotecas que no podían prestar un servicio completo, como es el caso de Ciudad Real donde una planta está cerrada por falta de personal.
«Con el paso del tiempo vamos a ver esa falta de personal», indicaba Guerra, quien recordaba que los sindicatos van a presentar una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia por considerar que se han vulnerado los derechos de los trabajadores.
Y, en septiembre, retomarán las asambleas para continuar defendiendo los puestos que, a su parecer, no sobran.