En medio de la tempestad que rodea los embalses de la cabecera del Tajo, que viven el tercer peor agosto de su historia, la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía se mantiene firme en la lucha contra el trasvase Tajo-Segura y por ello a reelegido para seguir al frente de la organización a uno de sus principales detractores, el alcalde de Sacedón, Francisco Pérez Torrecilla.
Según ha informado el colectivo en un comunicado, el socialista ha sido elegido «prácticamente» por unanimidad, con dos abstenciones de los alcaldes de Pareja y Huete. Además, se produce en un momento en el que Greenpeace hace tambalear la continuidad del trasvase al afirmar que la cuenca del Segura no es deficitaria y que el trasvase se podría cerrar en tres años.
La Asociación ha apuntado que los municipios ribereños mostraron «satisfacción» con la labor de la junta directiva en los últimos años «luchando por el desarrollo de los ribereños y haciendo frente al trasvase».
A su juicio, «poco a poco» va «calando» el mensaje del «atentado ecológico» que se está cometiendo «sistemáticamente» en contra del río Tajo y sus embalses de cabecera.
De cara a la nueva etapa de la Asociación, ha avanzado que seguirá «presionando» para que se cumplan compromisos como la obra de Morillejo, que permitiría el abastecimiento de agua para localidades que actualmente se abastecen mediante cisternas.
El reelegido presidente ha mostrado su «alegría» por la «confianza» de sus compañeros y ha dicho estar preparado «para la responsabilidad que supone esta lucha, un desgaste constante en el que David no cuenta siquiera con la honda para hacer frente a un Goliat que tiene demasiados intereses ocultos detrás».
Asimismo, Pérez Torrecilla ha reiterado que el «futuro» de estos municipios depende del agua de Entrepeñas y Buendía, por lo que seguirán promoviendo y acudiendo a manifestaciones y «proclamando la verdad en las redes sociales y en los medios que nos escuchen».
«Seguiremos luchando en defensa del río Tajo y de los embalses de Entrepeñas y Buendía, de los municipios que lo abrazan y, en definitiva, de todos sus vecinos y del medio ambiente», ha argumentado.
El objetivo es no legar a futuras generaciones «una España sin uno de los ríos más importantes y carismáticos que la definen y atraviesan, sembrando la vida a través de ella, el más largo de la Península Ibérica».