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30/11/2011junio 14th, 2017

Los forenses que declararon como peritos en el juicio por una presunta violación a una joven en la localidad toledana de Illescas en octubre de 2010 dijeron que existe la posibilidad de que fuera violada y ella no tuviera la seguridad total de que la agresión sexual se consumara. Los médicos forenses Vicente Torrejón y Valeriano Muñoz, que examinaron a la víctima día y medio después de los hechos, señalaron que la duda de la joven se puede deber a que no tuviera consciencia plena por los momentos traumáticos vividos.

No obstante, precisaron que una de las lesiones que presentaba la joven, el enrojecimiento en la cara posterior de la vagina, «es compatible» con la penetración, una tesis en la que se apoyó el fiscal para mantener su petición de casi catorce años de prisión para el acusado, Y.R., un marroquí de 40 años, que negó el delito.


Sobre la posibilidad planteada por la defensa de que las lesiones en la vagina se pudieran haber producido al querer borrar la víctima cualquier vestigio de la agresión, los peritos han dicho que, incluso, con un chorro de agua a presión no se pueden hacer esas lesiones.

La joven -que declaró a puerta cerrada oculta tras un biombo y que tenía casi dieciocho años cuando ocurrieron los hechos- ha mantenido la duda sobre si llegó o no a penetrarla, tal y como también refirió a sus allegados, a los que, sin embargo, expresó su temor por quedar embarazada.

El acusado, que ha declarado con la ayuda de un intérprete, ha negado los hechos y ha insistido en que es una persona honesta y que durante los siete años que lleva en España nunca ha tenido ningún percance.

Ha manifestado que cuando ocurrieron los hechos, la noche del 1 de octubre de 2010, el estuvo tomando hasta ocho cervezas en el parque con un amigo y que después estuvo en la casa de su cuñada y que en ningún momento pasó por la calle Alameda, donde ocurrieron los hechos, según la víctima, que fue agredida detrás de un contenedor y en una zona de la calle poco iluminada.

Durante el juicio también declararon los camareros de los bares ‘El Toledano’ y ‘Sol’, que coincidieron en señalar haber visto embriagado al acusado, lo que está en consonancia con lo dicho por la joven, quien se refirió al acusado como un hombre con fuerte olor a alcohol y cuya descripción coincidiría con las características físicas del procesado.

Por su parte, el abogado defensor pidió la libre absolución o como alternativa en el caso de que el tribunal le considere culpable, solicitó que se incluya la atenuante de embriaguez.

La defensa sostiene que no está identificado plenamente el acusado, ya que la víctima dijo estar «casi segura» de que la persona que le agredió era el ahora juzgado y también se refirió a la falta de coincidencia sobre la vestimenta de agresor.

El juicio ha quedado visto para sentencia en la sección primera de la Audiencia de Toledo.

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