Un matrimonio de octogenarios que reside en Estados Unidos permanece ingresado en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca tras sufrir numerosas lesiones al ser embestido por unas de las vaquillas atadas con maromas que se sueltan por la ciudad en el transcurso de las fiestas de San Mateo.
Durante los cuatro días de duración de las fiestas de San Mateo, que se iniciaron el pasado lunes y finalizan hoy, se sueltan vaquillas atadas con maromas por calles acotadas a tal efecto en el casco histórico de Cuenca.
El hombre y la mujer, que tienen 80 años y son de origen alemán, fueron embestidos por una de las vaquillas en la tarde de ayer, cuando estaban dando un paseo por el casco histórico de Cuenca desde el Parador de Turismo, en el que están alojados.
[ze_summary text=»Se metieron sin darse cuenta»]Se metieron sin darse cuenta[/ze_summary]En principio, parece que se metieron sin darse cuenta en las calles acotadas para la suelta de vaquillas y fueron embestidos por uno de los animales, que les ocasionó multitud de traumatismos, según ha explicado el coordinador de Cruz Roja, Jesús Fuentes.
Ambos fueron atendidos por personal de Cruz Roja y evacuados en una ambulancia al Hospital Virgen de la Luz, en el que continúan ingresados, según han indicado fuentes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).
[ze_summary text=»La mujer tiene una cadera rota y el hombre un traumatismo craneoencefálico y policontusiones»]La mujer tiene una cadera rota y el hombre un traumatismo craneoencefálico y policontusiones[/ze_summary]La mujer tiene una rotura de cadera, con pronóstico reservado, mientras que su marido sufrió un traumatismo craneoencefálico y policontusiones.
Según Fuentes, todo indica que la pareja no advirtió de que había un animal suelto y accedió a la zona de vaquillas enmaromadas por error, ya que solamente las barreras de seguridad y un cohete anuncian que los animales están sueltos por el recinto habilitado en la parte histórica de la ciudad o encerradas en los toriles.
Sin embargo, un bando municipal recomienda a las personas con problemas de movilidad no acceder a la zona por los peligros que ella conlleva.
A todo ello se suma el desconocimiento del idioma, según Fuentes, quien ha explicado que solo hablan «inglés y francés».
Este cúmulo de circunstancias pudo llevar a que no percibieran que las vaquillas estaban sueltas por la zona, lo que ha generado este «desastre», ha apuntado Fuentes, que ha lamentado que este suceso haya ocurrido en Cuenca, donde el año pasado una turista inglesa fue corneada por una vaquilla.