«Este es el estado que presenta el embalse de Entrepeñas, a la altura de la Boca del infierno». Así comienza el vídeo que ha compartido hace unas horas el alcalde de Sacedón y presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Francisco Pérez Torrecilla, para ilustrar la situación del embalse tras su segundo peor verano de la historia reciente.
Un vídeo en el que se muestra cómo el embalse, a la altura de la «Boca del Infierno», en Sacedón (Guadalajara), está «prácticamente muerto», como califica el propio Pérez Torrecilla. Con un nivel, certificado por la CHT, del 10 por 100, no queda sitio, en palabras del alcalde de Sacedón, «ni para las embarcaciones».
Video de un aficcionado que muestra el estado de la «Boca del Infierno» en junio de 2017
Desde un altillo, situado en el interior de la cuenca del embalse, ahora seca, el presidente de los municipios ribereños hace una crítica desgarradora ante un escenario sin igual, que no duda en calificar como «desierto», algo que achaca al trasvase Tajo-Segura y «a la mala gestión que se viene haciendo de los embalses de Entrepeñas y Buendía durante muchos años», como señala.
«Llevamos 38 años siendo solidarios con otra región, y recibiendo muy poco a cambio», critica el primer edil de Sacedón. Algo que ha tenido unas consecuencias catrastróficas: un embalse vacío, «nuestros negocios arruinados, pérdida de despoblación…» Para él, y para muchos de los lugareños de los aledaños de este embalse, se trata de algo que, a día de hoy, parece no tener remedio.
142 hectómetros de agua han ido a parar al trasvase
Sin embargo, Pérez Torrecilla cita en el video algunas de las soluciones, a su parecer: se necesita «un 70 o 75 por 100 de agua embalsada, lo cual solo se conseguirá acabando con el trasvase, que se ha llevado 142 hectómetros de agua en el último año», cantidad con la que, según su criterio, «estos embalses no estarían así ni mucho menos».
Durante este verano se ha venido a repetir la «cantinela» de cada época estival: sequía, poca agua, ríos secos, embalses sin volumen, falta de garantías para la agricultura, poca producción… Ahora este video visibiliza algo que para este alcalde no solo se debe a la sequía, sino también, como recalca, al «saqueo».
«Desde 2011, Entrepeñas y Buendía han enviado agua al Levante en niveles de hasta más de 2.000 hectómetros cúbicos», señala el presidente de la Asociación, y critica que en poco más de un lustro «se ha trasvasado casi por completo los embalses llenos».
[ze_summary text=»Desde 2011, más de 2.000 hectómetros cúbicos se han enviado al Levante, según Pérez Torrecilla»]Desde 2011, más de 2.000 hectómetros cúbicos se han enviado al Levante, según Pérez Torrecilla[/ze_summary]
Según el Sistema Automático de Información Hidrológica del Tajo, la cuenca hidrográfica del río se encuentra al 41,3 por 100 de su capacidad, lo que viene a ser 4.535 hectómetros cúbicos. El embalse de Entrepeñas tiene un volumen actual de 80,35 hectómetros cúbicos, cuando el volumen total de explotación es de 802 hectómetros. Desde el 18 de septiembre (últimos datos), la cota del embalse no ha hecho otra cosa más que descender.
Si nos fijamos en los datos de Buendía, la situación es la misma. Actualmente está al 9,85 por 100 de su capacidad total (si estuviera ahora mismo al 100 por 100 de su capacidad, conformaría una cuarta parte del volumen total de la cuenca del Tajo en sus niveles actuales). También ha descendido su volumen en los últimos días, y la situación es igual de preocupante.
[ze_summary text=»El verano de 2017 ha sido el segundo peor para los embalses de la cabecera del Tajo»]