No es la primera vez que el torrijeño Alberto Pérez, nadador de aguas abiertas, gana una prueba internacional, pero sí es la vez en la que más ha disfrutado por las especies que se encontró, lo cristalino de las aguas que surcó y sobre todo por encontrarse con una cría del animal más grande que surca cualquier océano: el tiburón ballena.
La oportunidad es tan única que el nadador toledano fue felicitado tras acabar la Perhentian Island Marathon Swim, en Malasia: «¡Qué suerte has tenido»!, le decían, no en vano hay nadadores que llevan toda una vida bajo las aguas abiertas sin toparse con un tiburón ballena. El torrijeño hizo de un capitán Acab pacífico, encantado por aproximarse a tal fenómeno de la naturaleza.
[ze_summary text=»Parecía un oceanográfico, es una reserva marina»]Parecía un oceanográfico, es una reserva marina[/ze_summary]
Alberto Pérez aún está entusiasmado de haber nadado y ganado esta prueba: «Parecía un oceanográfico. Es una reserva marina, llena de fondos tropicales. Se mantiene así porque es muy difícil acceder. Ahora, con el peligro de los monzones, casi todas las cabañas están cerradas», cuenta Alberto, coordinador deportivo en el Ayuntamiento de Torrijos, entrenador del Club Natación Máster Torrijos y CN Torrijos.
La travesía no tuvo desperdicio: se topó con tiburones de punta negra, tortugas marinas, peces raya, atunes, delfines… y hasta con bancos de medusas: «Transparentes, muy pequeñas, de largos filamentos, verdaderos enjambres de ellas, que daban picotazos, menos mal que el agua del mar es el mejor sanador», relata.
[ze_summary text=»Una gran piedra en el camino del mar fue la alta temperatura del mar: 30 grados»]