El portavoz del Ayuntamiento de Toledo, Rafael Perezagua, ha anunciado que el Consistorio toledano ha impuesto fuertes multas a dos personas, una de 301 euros y otra de 601, por llevar su perro suelto y tener la música del coche excesivamente alta, respectivamente.
En concreto, la persona sancionada con 301 euros llevaba sin atar un perro potencialmente peligroso, de raza pit bull, en el Parque Lineal de Santa María de Benquerencia. Esta imprudencia motivó la denuncia y consiguiente multa.
Por su parte, el hombre multado por superar el nivel de decibelios con el equipo de música de su coche estaba situado en la explanda de Santa Teresa. Perezagua ha dicho textualmente que «imagínense a qué nivel de ruido tenía que tener la música para que el sonido molestara en el barrio de Santa Teresa».
No es la primera actuación del Ayuntamiento de Toledo en este sentido, y probablemente tampoco será la última. En definitiva, esto demuestra que si no respetamos a los demás, la jugada nos puede salir muy cara.