El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, ha afirmado hoy que todo indica que hoy se declarará la independencia de Cataluña, ante lo cual ha pedido al Gobierno central «prudencia» pero también «firmeza» para atajar lo que ha denominado golpe de estado de «guante blanco».

En declaraciones a los periodistas durante una visita a la Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha, Farcama, Fernández Vaquero se ha mostrado preocupado ante el hecho de que la sociedad catalana está fracturada, y ha agregado que Cataluña es una «algarabía» y tiene una situación de anarquía en «muchos aspectos».

Un plan en Cataluña como en las «organizaciones mafiosas»

Fernández Vaquero ha pedido al Gobierno central «prudencia» pero al mismo tiempo «firmeza» a la hora de atajar lo que ha denominado como golpe de estado de «guante blanco» que intentan cometer en Cataluña.

Ha explicado que hace años le tocó vivir un golpe de estado con armas y esta tarde se puede producir otro golpe de estado porque es un intento de romper Cataluña, España y Europa.

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Fernández Vaquero también ha apuntado que es posible que se declare la independencia «de una manera diferida en el tiempo, es decir que mañana no suceda nada y que vayan adoptando decisiones unilateralmente día a día, semana a semana y mes a mes».

En esa situación, ha señalado, el Estado tiene que ejecutar las leyes y «todas» las medidas de las que dispone «no sólo aplicando al artículo 155 sino también desde el punto de vista judicial».

Fernández Vaquero ha declarado que hay delitos «graves» como la existencia de un documento donde había un plan establecido con tres vías, que se asemejan a determinadas «organizaciones mafiosas» y demuestran que ha habido «premeditación y alevosía» de romper Cataluña y España.

«Vivir en paz y tranquilidad»

«El pueblo español y el catalán no se merece un gobierno que lo único que pretende es el enfrentamiento entre ciudadanos», ha dicho el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha.

A su juicio, tanto el catalán como el castellano-manchego quieren poder «pasear por la calle sin que nadie le restregue en la cara una bandera, sea del signo que sea» y que haya educación, sanidad y buenos servicios y vivir «en paz y tranquilidad».