Increíble, pero es cierto. La frase tan manida vuelve a hacerse realidad. En este caso en una aldea del término municipal de Yeste, en la provincia de Albacete, en concreto en Arroyo Morote, donde el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil salvó de una muerte segura dos perros a los que su dueña había abandonado hacía al menos cuatro meses en un piso abandonado tras marcharse a vivir a Mallorca. Por desgracia, no llegaron a tiempo para un tercero, que ya había fallecido.
Los perros vivían entre sus propios excrementos
Su propietaria, aunque les resulte increíble, se había ido a vivir a Mallorca hacía unos meses y se había despreocupado absolutamente de ellos, por lo que está siendo investigada por un delito de maltrato animal.
Y los pobres animales eran alimentados de forma esporádica por algunos vecinos, por lo que se encontraban en una situación extrema y viviendo entre sus propios excrementos.
Fue la llamada de un vecino la que alertó a la Guardia Civil de Albacete del posible abandono que podrían estar sufriendo tres perros en la citada aldea, por lo que hasta allí se desplazó una patrulla del Seprona de Elche de la Sierra. En ese momento contactaron telefónicamente con la propietaria y esta autorizó a forzar la cerradura de la puerta para que entraran.
Los agentes, junto con la Policía Local de Yeste y los servicios veterinarios de la zona, rescataron a dos de los perros, quienes presentaban claros signos de desnutrición, y hallaron muerto a un tercero, lo más probable que por inanición.
Los dos perros que aún vivían fueron trasladados a un local habilitado por el Ayuntamiento de Yeste con el fin de que recibieran la asistencia necesaria.
La propietaria, además, ha sido denunciada por varias infracciones administrativas sobre legislación sanitaria y de tenencia de animales domésticos.