sábado, 23 de noviembre de 2024
Así lo ha afirmado Miguel Méndez-Cabeza 02/09/2012junio 13th, 2017

El Sindicato Médico de Castilla-La Mancha prevé que mañana, que será el primer día en que se pase consulta en atención primaria tras anular la tarjeta sanitaria de los inmigrantes que no cuentan con permiso de residencia en España, discurrirá con normalidad.

El portavoz del CESM en la región, Miguel Méndez-Cabeza, ha explicado a Efe que no se prevén complicaciones en las consultas de atención primaria, sino que confía en que todo discurra con normalidad, ya que hasta el viernes, los médicos también atendían a aquellas personas que acudían a la consulta sin tarjeta sanitaria.


En atención primaria, ha indicado que será difícil llevar a cabo la objeción por parte de los profesionales de atención primaria, ya que aunque los inmigrantes irregulares reciban la atención médica, los facultativos no podrán recetar ni prescribir la realización de pruebas médicas, como radiografías u otros análisis, por el Sistema de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).

Por lo tanto, los médicos objetores podrán diagnosticar y mandar un tratamiento, que en su caso deberá ser costeado íntegramente por el inmigrante sin permiso de residencia.

Sin embargo, Méndez sí ha reconocido la «carga simbólica de la objeción», que en cualquier caso es una decisión personal y que «va en la forma de ver la ética profesional de cada uno».

También será difícil la objeción en el caso de la atención hospitalaria, ya que ha apuntado que si por ejemplo, un inmigrante sin permiso de residencia necesitara ser operado, se tendrían que poner de acuerdo, entre otros, los enfermeros, los médicos, los anestesistas y los celadores, además de la dificultad de no poder introducir los datos del paciente en el sistema informático.

Méndez ha informado de que la Consejería de Sanidad no ha remitido directrices a los profesionales para aplicar la nueva norma, sino que «cada uno actuará en conciencia».

Los sindicatos, colegios de médicos y demás asociaciones profesionales tampoco han dictado directrices sobre el asunto, porque «al final, es cada profesional el que toma su decisión», ha señalado Méndez.

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