Ecologistas en Acción ha presentado el informe «Contaminación por Ozono en 2017″, en cuyos resultados para Castilla-La Mancha alerta de que 210.000 personas de la región respiran aire contaminado por ozono. El 10 por 100 de ellos se encuentran en el corredor del Henares.
[ze_summary text=»Si se tienen en cuenta los valores que recomienda la OMS, toda la población y todo el territorio de CLM está afectada por el ozono en la región»]Si se tienen en cuenta los valores que recomienda la OMS, toda la población y todo el territorio de CLM está afectada por el ozono en la región[/ze_summary]Esas cifras son en cuanto a los valores legales establecidos por la normativa, pero si se tienen en cuenta los que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), toda la población y todo el territorio de CLM está afectada por el ozono en la región.
Las cifras se han extraído a partir de las mediciones realizadas por las 14 estaciones que hay en la región, de las 455 centros de medición oficiales que hay en toda España.
Los valores para 2017 se han mantenido más o menos estables en comparación con los de 2016, si bien es cierto que han bajado con respecto a los que arrojaba 2015.
Además, los castellano-manchegos respiran aire contaminado incluso en zonas rurales, hasta donde llega la contaminación por ozono de la zona norte, de la de Puertollano y de la Comunidad de Madrid.
El coste de la contaminación por ozono
Ecologistas en Acción señala en un comunicado de prensa que la contaminación por ozono «debería abordarse como un problema sanitario de primer orden». Apoyan su afirmación en las más de 1.600 muertes prematuras que la Agencia Europea de Medio Ambiente achaca a la exposición de los niveles de contaminación por ozono como los que se registran en Castilla-La Mancha. La población que más se ve expuesta a este tipo de contaminación son los grupos de riesgo, como niños, personas mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
También tiene un coste económico, los cuales explican que representa un 0,3 por 100 del PIB español con una cifras que se podrían elevar a los 5.000 millones.
En este sentido, explican que los planes de mejora de la calidad del aire para reducir la contaminación son obligatorios según la legislación vigente, por ello arremeten contra la Junta porque lleva una década omitiendo la elaboración y aplicación de dichos planes, en todas las zonas donde resultan preceptivos, una práctica que tildan de «negligencia que está poniendo en peligro la salud de 2 millones de castellano-manchegos».
Además ofrecen alternativas para reducir la contaminación del aire por ozono en Castilla-La Mancha, como «la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público. Es necesario además dar facilidades al tránsito peatonal y a la bicicleta en las ciudades. Así como la adopción generalizada de las mejores técnicas industriales disponibles, la sustitución de los disolventes orgánicos por agua y la reducción drástica de la generación eléctrica en centrales térmicas».