Echeverri, que ha declarado por videoconferencia desde el centro penitenciario de Valdemoro en el que está internado, ha explicado que el 6 de agosto de 2015 estuvo en la casa de Morate de Cuenca, en la que supuestamente cometió los asesinatos, donde el procesado le dio a entender que estaba con Marina o que había vuelto con ella, aunque no ha aclarado con precisión en qué sentido se lo dijo.
«Me dio a entender que había vuelto» ha comentado el testigo, que a preguntas de las partes ha admitido que Morate le explicó que tenía un asunto que resolver y que cree recordar que le dijo «la he cagado, la he liado gorda», aunque no lo ha asegurado con rotundidad.
Asimismo, ha detallado que ese día vino a Cuenca porque había planeado con Morate hacer un viaje a Alicante para presenciar un concierto, aprovechando que tenía un permiso penitenciario, ya que él estaba entonces en prisión.
Ha precisado que habían planificado el viaje desde hacia unas semanas y que en un principio él pensaba ir a Alicante directamente desde Madrid, pero que Morate le dijo que viniera a Cuenca por tren continuar el viaje en automóvil.
Con este fin, llegó en AVE a Cuenca, pero al llegar a la estación hacia las 17:53 horas se encontró con que Morate no fue a recogerlo, como habían quedado, por lo que lo llamó por teléfono y éste le dijo que fuera a su casa en taxi.
Al llegar a casa de Morate no vio a éste alterado, aunque ha precisado que solo estuvo en el salón de la vivienda, donde Morate le comentó que tenía un asunto que resolver, que no podían viajar esa tarde a Alicante como habían previsto y le pidió que si podía bajar a la calle a aparcar un coche que dejó mal estacionado.
En este momento, Echeverri se enfureció porque quería aprovechar el viaje a Alicante para formalizar una oferta de trabajo que necesitaba confirmar para obtener beneficios penitenciarios y se marchó enfadado de la vivienda.
Al salir de la casa llamó a otro conocido Rigoberto Florentino E. (al que había conocido en la prisión de Cuenca al mismo tiempo que a Morate, cuando éste cumplía condena por un delito anterior) para que lo llevara a la estación del AVE, ya que se encuentra a unos kilómetros de la ciudad.
Sin embargo, no pudo hacerlo porque Rigoberto estaba en esos momentos en el gimnasio, por lo que Echeverri volvió en taxi a la estación del AVE donde sacó un billete a las 19:15 horas para un tren que partió hacia Alicante a las 20:15 horas.
Por su parte, Rigoberto Florentino E., que ha declarado por videoconferencia desde Santo Domingo, ha confirmado que tuvo una llamada de Echeverri en la tarde del 6 de agosto de 2015 y que ese mismo día Morate le preguntó mediante un mensaje si había visto a su antiguo compañero colombiano.
Ha asegurado que le sorprendió el mensaje de Morate, porque no tenía una relación fluida con él, y que cuando se enteró de su desaparición y de las de Laura y Marina le dijo a su mujer: «Joder, qué ha hecho este verdugo» y preguntó a su abogado si llevaba el mensaje a la Comisaría, aunque éste le sugirió que se esperase.
Esta es la segunda jornada de la vista oral, en la de ayer, el acusado del doble crimen se negó a declarar, pero quien sí lo hizo fueron las familias de Laura y Marina, que además despidieron increpando a Morate de la Audiencia.