Los vecinos de Herencia han entregado en el Ayuntamiento de esta localidad ciudadrealeña más de una tonelada de tapones de plástico, con el fin de recaudar dinero para el tratamiento de la niña zaragozana Aitana García que nació con una cardiopatía congénita.
Los tapones, que se han recogido en los últimos cuatro meses, han sido trasladados por el alcalde de Herencia, Jesús Fernández, y la primera teniente de alcalde, Gema Pilar López, a la sede de Seur en Manzanares, que es la que se encarga de recogerlos desde toda España para llevarlos a la empresa alicantina que los está reciclando.
Fernández ha destacado «la solidaridad y concienciación de los herencianos, especialmente en un momento como éste», para sumarse a un proyecto que continúa en el consistorio, donde se seguirán recepcionando tapones, en una iniciativa coordinada por los servicios sociales del Ayuntamiento.
Aitana García es una niña de 11 años, del municipio zaragozano de Tarazona, que nació con una cardiopatía congénita compleja que precisa de una serie de intervenciones quirúrgicas que le están siendo practicadas en el Children’s Hospital de Boston.
Aitana ya ha sido intervenida en dos ocasiones en el citado centro sanitario, pero aún le resta una tercera.
Con el objetivo de conseguir el dinero suficiente para ello, en agosto de 2011 se puso en marcha la acción «Tapones para una vida», dentro de la campaña «Una sonrisa para Aitana».
La finalidad de esta iniciativa, que se ha desarrollado a través de la Fundación Seur, es reciclar los tapones de plástico para conseguir financiación para que la niña siga el tratamiento ya iniciado en Boston.