¿Para qué voy a presentar a José María Íñigo si no hace falta? Si acaso, algunas pinceladas de su amplísima trayectoria en esto del periodismo, desde que en 1968 debutó en la mítica Televisión Española del primer canal y el UHF. ¿Recuerdan?
Su primer programa fue «El último grito». A partir de ese momento, entre los más conocidos -porque citar toda su trayectoria nos llevaría un periódico digital y medio- estuvieron «Estudio Abierto»; el más que famoso «Directísimo» (sí, sí, ya sé que se acuerdan perfectamente de las cucharas que dobló Uri Geller y que me perdone Íñigo por recordarlo) o «Fiesta».
¡¡¡¡¡Ese pedazo de bigote siempre en el salón de estar de nuestras casas e Íñigo como uno más, que casi incluso cenaba con nosotros!!!!!!
Pues aquel Íñigo sigue siendo el mismo de ahora, pero con 70 años (joder, que no aparenta, que todo hay que decirlo) y una amabilidad y educación exquisitas. Se nota que la televisión de ahora ya no es lo que era, pero claro, estamos hablando de alguien que entrevistó a prácticamente todas las estrellas de Hollywood de la época. ¡Quién pudiera!
Entre sus hobbies están la magia, pero como espectáculo, la fotografía y viajar. Ha escrito nada menos que 52 libros, camino del número 53, y tiene dos revistas: una de viajes, «Ganas de viajar»; y otra de gastronomía, «Vinos y restauración».
Es, simplemente, Íñigo, y no creo que haga falta decir más…
Bueno, sí, que ahora presenta un programa en Castilla-La Mancha Televisión, «Íñigo en directo», y que es un apasionado de Londres, «donde siempre volvería».
¡Qué salao y qué grande!
¿No está cansado de que todo el mundo le pregunte todavía por Uri Geller?
Hombre, sería triste que después de tantos años en televisión y otros tantos en la radio y un montón en el periodismo escrito y 52 libros publicados pasara a la historia por haber entrevistado a Uri Geller. No me gustaría, pero… ¡Mucho me temo que sí!
¿52 libros?
Sí. El último fue hace dos meses y se llama «65 maneras de conseguir 600 euros extras al mes», pero el número 53 saldrá en octubre.
¿Cómo se consiguen 600 euros extras al mes?
De momento, queriendo; después, poniéndose manos a la obra. Lo que está claro es que no te los traen a casa. Es para quien tiene tiempo libre y quiere conseguirlos además de su trabajo. Si lo tienen.
¿Qué sentía Íñigo cuando sabía que tenía, delante de él aunque no los veía, a 13, 14 e incluso 15 millones de espectadores?
Y 20 y 32 millones. Lo mismo que siento ahora estando en Castilla-La Mancha Televisión aunque la audiencia es infinitamente menor. No puedes ponerte delante de una cámara pensando en eso porque entonces sería un desastre. Tú te pones y después de decir «buenas noches» el resto es igual para uno, para 50 o para 100 millones. Esto es como el actor que sale al escenario y ve solamente a 10 personas, tiene que hacer la misma función que si estuviera lleno.
¿Quién le debe más a quién: Íñigo a la tele o la tele a Íñigo?
Pues son amores correspondidos.
¿Qué eliminaría, y sea sincero, de la televisión actual?
No eliminaría nada, porque si no existiera el mando a distancia sí podría decirte una docena de programas. Pero estando el mando a distancia, que es el instrumento más democrático que existe, no hay por qué eliminar nada. Lo eliminas tú, porque aprietas otro botón y te vas a otra cadena. Pero, desde luego, sí hay un programa bueno cada día, que es lo máximo que uno puede ver. Con eso vale.
¿El periodista es libre?
En la medida en la que se pueda ser, naturalmente. Nadie te da instrucciones pero uno sabe para quién trabaja.
¿Presentaría un programa del corazón?
No. A no ser que tuviera mucha hambre. Lo tengo clarísimo, desde luego.
De la televisión actual, ¿qué le gustaría presentar?
Trabajar sin la espada de Damocles que supone la audiencia, porque si la audiencia no es buena en dos semanas te quitan el programa. Eso te obliga a hacer cosas que seguramente no te gustaría hacer. Me gustaría hacer un programa en el que yo pudiera entrevistar y hablar con la gente que ha hecho cosas en la vida, gente interesante que puede ser ejemplo para los demás. Pero gente que ha hecho algo en la vida, no gente que no ha hecho absolutamente nada y que son los reyes de la televisión en este momento.
¿Está de acuerdo con aquellas televisiones que sólo sacan chicos y chicas guapos sin más?
Todo vale, ¡esto es la guerra! En una televisión comercial vale absolutamente todo. Sí, la televisión es la guerra, sólo valen las audiencias. La audiencia es dinero y son empresas que se dedican a ganar dinero. Desde poner a tarotistas que te echan las cartas para adivinar el futuro hasta porno o patio de vecindad. Están en su derecho y hacen bien. Ellos están en su derecho de ponerlo y yo estoy en mi derecho de no verlo.
Íñigo dice que ahora se pisa la raya del buen gusto con mucha frecuencia en la tele
¿La televisión de antes o la de ahora?
Hombre, la televisión de antes tenía muchas ventajas sobre la de ahora: tenía un respeto muy importante y no pisaba la raya del buen gusto. Ahora se pisa con mucha frecuencia. Había más calidad, pero ahora es más dinámica, ágil y colorida. Pero tengo la sensación de que la gente que veía antes la televisión era más feliz que la gente que ve la televisión ahora.
¿Repetiría ahora «Directísimo»?
Sí, sin duda, sin duda… Es un programa clásico en la televisión de todo el mundo que aquí no sé por qué no hay. Hombre, si hay que hacer una entrevista a Tom Cruise ahora seguro que le preguntan si su mujer sale con el portero en vez de preguntarle por su historia o por su lucha por conseguir el éxito, ¿no? Entonces, claro… Yo en esa televisión de chismorreo no entro.
Ésa es la parte de la televisión que…
Claro, claro… Yo he entrevistado a Ava Gardner, a Rita Hayworth, a Charlton Heston, a Anthony Quinn, a Catherine Deneuve… ¡A todo Hollywood completo! Entrevistas muy interesantes contándonos su historia, su vida, sus peripecias y tal… Sin necesidad de preguntarles si se acostaban o no con el portero.
De todos los personajes de los que me ha hablado, ¿quién le impactó más?
Seguramente, por dos razones diferentes, Anthony Quinn, la primera vez que vino a España, un hombre muy humano; y Rita Hayworth, quien vino cuando le acababan de diagnosticar una enfermedad degenerativa, se había dado a la bebida y estaba borracha perdida cuando la entrevisté. Pero tuve que cortarlo. Una entrevista que era para media hora la liquidé en cuatro minutos porque estaba dando un espectáculo… No ella, sino que era muy penoso ver cómo se comportaba un ídolo y no quería yo romper el mito. Fue triste, me dio pena por ella.
¿El presentador que más le ha impresionado?
Pues me gustó Raúl Matas cuando vino a España, era todo un caballero, sabía preguntar y tenía la cualidad número uno que debe tener todo entrevistador: saber escuchar. Y no ir de sabiondo. Aquí la mayoría de los presentadores se estudian el personaje y cuentan todo, apenas le dan opción a decir sí o no.
¿A qué personaje no llevaría a su programa?
Generalmente no me gustan los políticos porque no aparecen en televisión como son, sino como les gustaría ser. Están mintiendo permanentemente, no en lo que dicen, sino en su puesta en escena, en su forma de ser… Un político es un actor siempre.
¿Un grupo musical?
De ahora me gusta mucho Russian Red. O Diana Navarro. De los extranjeros, Eric Clapton o los Stones, que son unos fenómenos. Pero voy desde Los Panchos hasta…
¿Está de acuerdo con la pena de muerte?
No, no creo que sea necesario. Se sufre más con la cadena perpetua que liquidar a un tío en un momento.
¿Milita en algún partido político, ONG o asociación?
Nooo… En el Athletic de Bilbao y mi cupo de sufrimiento ya lo llevo…
¿Marcelo Bielsa sí o Marcelo Bielsa no?
Bielsa sí.
Sin trabajo ni prestación, ¿qué estaría dispuesto a hacer para comer?
Por mí, poquita cosa; por mis hijos y por los míos, lo que haya que hacer. Y en lo que haya que hacer entra todo.
¿Robar también?
Sí, sí… Claro.
¿Prohibiría la prostitución?
No, la regularía, me parece que es un cinismo tremendo ni prohibirla ni permitirla. La regularía y sería mucho mejor para el usuario, porque estarían controladas sanitariamente. Como en época de Franco, que no estaban permitidas pero por no sé qué razón tenían que pasar una revisión médica cada 15 días. Hombre, esto es una garantía, tal y como están las cosas.
¿Cuál fue su primer sueldo y en qué se lo gastó?
625 pesetas. Tenía 14 años y se lo di a mi madre. Era botones, una bicicleta y a repartir. Se lo daba a mi madre para ayudar a comer.
¿Qué personaje histórico le gustaría ser?
Me hubiera gustado ser Cristóbal Colón, pero no creo que tenga yo los huevos que creo que tenía él para lanzarse a lo desconocido tan…
¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.
Siempre con ropa.
¿Qué libro está leyendo?
Leo varios a la vez y no me entero de nada, como te puedes imaginar. «El oficio de vivir», de Cesare Pavese, que es una especie de diario; estoy releyendo una cosa de Julio Verne; y «Viajes en una burra», de Robert Louis Stevenson.
¿En qué película le hubiera gustado actuar?
Seguramente en «Matrix», como Keanu Reeves.
Cuando va al fútbol, ¿insulta al árbitro o a los rivales?
No, no insulto a nadie y además aplaudo siempre al mejor.
¿Su mayor travesura?
Haber hecho el amor en el ascensor de las Torres Gemelas (Nueva York) en el minuto y 50 segundos que duraba el trayecto. ¡Con el peligro de que me cogieran, claro!
¿Y cómo le dio ese arrebato?
¡Por ver si lo conseguía!
¿Lo consiguió?
Sí, sí… ¡Gran éxito!
¿Qué programas del corazón ve?
Zapeo mucho y veo todo. Unos minutos.
¿Cuál es la mayor multa que le han puesto y por qué?
Sólo una, nada más. Por velocidad no. Me pasé un semáforo en la Castellana en ámbar, aunque yo juraría que estaba en verde, pero el guardia dijo que era en rojo.
Defínase: ¿de derechas, de izquierdas o de centro?
No soy de nada, soy del sentido común, que no vale de mucho.
¿Cree que el tamaño importa?
Realmente los que dicen que no es que la tienen pequeña… Joder… Y entonces, claro, también descubrirse así es muy violento, ¿no? Pero sí que recuerdo que 20 años atrás era más grande que ahora, porque nadie lo dice pero… ¡Esto con el tiempo, merma…!
¿El juego del parchís es cosa de hombres? Se lo digo porque generalmente se comen una y cuentan 20…
Sí, sí, sí… ¡Es el único juego en el que te la pueden comer y no pasa nada!
¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
Pues te lo he dicho…
Las Torres Gemelas de Nueva York.
Tengo la sospecha de que me vieron, porque aunque yo no vi ninguna cámara yo creo que había cámaras allí. Porque me saludaron muy sonrientes los de arriba… Pero salió bien, ¡gran éxito de crítica y público!