La agencia de calificación Fitch ha vuelto a otorgar a Caja Rural Castilla-La Mancha una califación «BBB» certificando su buena situación financiera y con una perspectiva de futuro estable. Fitch ha basado esta calificación en los buenos indicadores económicos registrados por la entidad y en las políticas de gestión aplicadas para mejorar los niveles de solvencia. Entre estos indicadores, la agencia destaca los ratios de calidad de activos, por encima del resto del sector, el buen nivel de capitalización y una financiación estable.
El ratio de capital total de la Caja Rural CLM se ha incrementado en los últimos años, hasta un 16,92 por 100 al cierre del ejercicio de 2016. Esto supone una distancia prudente del mínimo exigido, que se encuentra en un 10,63 por 100.
La morosidad de la entidad se mantiene en un 3 por 100, en contraste con el 8,43 por 100 del sistema financiero en su conjunto al cierre de junio. En este resultado Fitch ha valorado la cartera de préstamos residenciales de una calidad excepcional. También ha destacado positivamente la cobertura de saldos dudosos con fondos específicamente destinados a este fin.
En relación a la estructura de balance, Fitch señala que Caja Rural CLM cuenta con una amplia base de clientes minoristas que financian en su totalidad la cartera crediticia. La entidad tiene más de 75.000 socios y alrededor de 400.000 clientes.
Respaldo a la gestión de Caja Rural Castilla-La Mancha
Las conclusiones extraidas del análisis de sus indicadores económicos respaldan el modelo de gestión aplicado por Caja Rural Castilla-La Mancha «basado en principios cooperativos y centrado en satisfacer los requerimientos de sus socios» según destaca la propia entidad.