No tiene que irse fuera de España, ni siquiera de Castilla-La Mancha, para ver un lugar único. Por lo especial, lo poco habitual y las circunstancias que lo rodean. Verá agua, que ya de por sí es importante en estos momentos, y será testigo de una llanura que está inundada. Entonces se dará cuenta de que está en las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real.
Las Tablas de Daimiel, abra los ojos y no pierda detalle…
Abra los ojos y no pierda detalle. Porque a su alrededor coexisten más de 30 islas, algunas de ellas unidas por puentes de madera o pasarelas. Y mucha fauna, un hábitat extraordinario; y diversidad de flora que ni siquiera podría imaginar. Puede acceder al parque nacional de las Tablas de Daimiel cualquier día del año. Por lo tanto, elija estación. Y lo puede hacer con guía incluido si lo solicita.
Entremos…
La página de Turismo de la Junta de Comunidades define a las Tablas como «un humedal prácticamente único en Europa y último representante del ecosistema denominado tablas fluviales. Un ecosistema complejo que mezcla las características de una llanura de inundación, producida por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela en su confluencia, con la de un área de descarga de aguas subterráneas procedentes de un acuífero de gran tamaño».
Hay tres itinerarios a recorrer: el sendero de la isla del Pan, el sendero de la laguna permanente y el sendero de la Torre de Prado Ancho. Dos kilómetros el primero, 800 metros el segundo y kilómetro y medio el tercero.
Verá patos cuchara, cercetas comunes, garzas reales, patos colorados, porrones europeos, garcillas bueyeras, martinetes, avetorrillos, ánades azulones, aguiluchos laguneros, ranitas de San Antonio, gallipatos, sapillos moteados, cachos, calandinos, colmillejas, galápagos europeos, leprosos, culebras de agua, culebras bastardas, nutrias, zorros, jabalíes…
Para llegar a las Tablas ha de acceder por la carretera N-420, de Ciudad Real a Puerto Lápice, a su paso por Daimiel. Nos dejará, tras 10 kilómetros de recorrido, en el Centro de Visitantes. Allí mismo tiene también una zona de recreo y una espectacular vista de las tablas centrales que le hará tener una idea de dónde se encuentra. En el Centro le pondrán al día de cómo están en ese momento las Tablas, además de los correspondientes consejos y recomendaciones.
Por la isla del Pan, la laguna permanente y la Torre de Prado Ancho
Y de los tres recorridos antes mencionados, os damos unos pequeños detalles:
En el sendero de la isla del Pan hay balcones que nos permitirán acercarnos todavía más al meollo del parque. Por la tabla de La Entradilla se encontrará, por ejemplo, con archibebes, combatientes, andarríos y correlimos. En la isla del Descanso nos toparemos con los limícolas y seguiremos el vuelo de las garzas. Y en la isla del Pan, la más grande, llegaremos a un bosque de tarayes…
En el sendero de la laguna permanente hay dos observatorios y un bosque de ribera con álamos blancos. Puede incluso que se tope con cormoranes o con el martín pescador…
Y en el sendero de la Torre de Prado Ancho bordeará las tablas centrales y llegará hasta el punto más alto del parque. ¿Se imaginan la vista que tienen debajo de ustedes? Carriceros y buitrones les acompañarán…
Pero hay mucho más…
Son las Tablas de Daimiel, el paraíso en la otra esquina.