Tras el éxito de las Rutas de Otoño puestas en marcha por el Ayuntamiento de Toledo, la Concejalía de Turismo ha decidido reforzar la oferta con nuevas rutas. En esta ocasión el patrimonio defensivo de la ciudad se convierte en un itinerario independiente. Los visitantes podrán acceder al interior de puertas como la de Alfonso VI o bajar hasta la sepultada Puerta del Vado. Las nuevas rutas comenzarán el 13 de noviembre.
A Toledo se la conoce por la cantidad de puertas que conserva en su Casco Histórico: las musulmanas del Sol y del Cristo de la Luz, la del Cambrón… Y es que conforme crecía la ciudad, se hacía necesaria la ampliación constante de las murallas y la construcción de nuevos accesos. Estos abren ahora el paso a los visitantes, convertidos en joyas arquitectónicas de diferentes periodos históricos.
En concreto el nuevo itinerario del Ayuntamiento recorrerá la Puerta de Alfonso VI, la del Valdo, y como no, la Puerta de Bisagra. Las personas que participen podrán acceder al interior de las torres y recorrer la muralla que bordea el barrio de Antequeruela.
Las rutas saldrán todos los días de lunes a viernes, en dos turnos. El primero saldrá a las 10:30 horas y el segundo a las 12:30 horas. Cada grupo tienen un cupo máximo de 15 personas.
Las inscripciones se abren este martes día siete. Se podrán realizar a través del teléfono 925 25 59 46 o directamente en el Patronato Municipal de Turismo. Cada persona podrá hacer la reserva para un máximo de cuatro personas.
Éxito desbordante de la Rutas de Otoño de Toledo
La concejal de Turismo del Ayuntamiento, Rosa Ana Rodríguez, se ha referido al «gran éxito» de las rutas organizadas como parte de la agenda del 30 Aniversario de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Más de 400 personas se han apuntado a los recorridos para seguir las huellas de diferentes personajes históricos. Para la ruta del patrimonio conventual ya se han agotado las plazas.
Ante esta desbordante demanda, algunas rutas han tenido que ser ampliadas para dar salida a las listas de espera. Esto demuestra según Rodríguez que a los toledaos “les interesa su ciudad, su historia y el legado de pasado”.