Un régimen en una comunidad autónoma en la que la Junta y el PSOE eran una máquina. Así recuerda Inma López los primeros pasos de Cospedal en Castilla-La Mancha, donde muchos le pedían verse en privado, porque habían sido amenazados con perder la subvención si se exhibían «con los del PP». Asegura la diputada albaceteña que Cospedal, hoy presidenta, entendía la situación y que no hay nadie a quien guarde rencor por aquella actitud. Lo cuenta también en la entrevista que publicamos íntegra en portada.
Si el presidente de CLM hubiera sido Bono en vez de Barreda, ¿hubiera sido más fácil o más difícil ganar?
Cada época tiene sus momentos, sus circunstancias y sus personajes. Si me permite la expresión, en ese momento el PSOE y la Junta eran una máquina, con una estructura montada durante más de 20 años y después de unas elecciones que habían ganado por la mayor diferencia.
Y, ¿se encontraron con la máquina desde el principio?
Sí. Nos encontramos con ese régimen que existía en todos los sentidos, de medios de comunicación, de agenda… Era un muro. El Partido Socialista controlaba o quería controlar todo, no existía libertad.
“SIEMPRE HABÍA ALGUIEN QUE NOS DECÍA: SI NOS VEMOS CONTIGO EN UN LUGAR PÚBLICO NOS VAN A LLAMAR…”
¿Tenían problemas para reunirse en público con determinados colectivos o personas?
Sí, teníamos dificultad, porque siempre había alguien que nos decía: «es que si nos vemos contigo en algún lugar público nos van a llamar» o «esta subvención o esta ayuda ya nos han advertido que puede correr peligro si nos ven con los del PP»…
¿Cómo reaccionaban ustedes?
Ella da mucha confianza. Entendía la situación, perfectamente y jamás exigió nada a nadie.
¿No iba poniendo cruces?
Para nada, para nada. Estoy absolutamente segura de eso.
¿Usted cree que no tiene cuentas pendientes con nadie ahora que está en el Gobierno?
Ja, ja, ja… No.